MADRID, 8 (EUROPA PRESS)
El 74% de la industrial considera que el debilitamiento del sector en España se debe a temas estructurales, según el Barómetro Industrial 2023 del Consejo General de la Ingeniera Técnica Industrial de España (Cogiti).
En cambio, el 26% restante opina que es coyuntural, es decir, por la incertidumbre provocada por la formación de Gobierno, la desaceleración de la demanda externa u otros factores externos que generan inestabilidad.
En líneas generales, el informe pone de manifiesto una percepción algo más positiva de los profesionales del sector que en los años anteriores, con independencia de que se mantienen las reivindicaciones históricas para solucionar los problemas del tejido industrial.
Asimismo, más de la mitad de los ingenieros encuestados (53%) considera que la pérdida de competitividad de la industria española es el principal motivo de la merma del peso del sector en el PIB español, seguido de un 30% que cree que se debe a la falta de inversión en el sector industrial (I+D+i).
A su vez, un 80% considera necesaria una nueva Ley de Industria, que debiera contener programas específicos industriales en “zonas de reto demográfico” y una mayor homogeneidad en reglamentos de Seguridad Industrial.
En cuanto a la adaptación tecnológica y energética, la mitad de los encuestados (50,52%) cree que la ‘gran industria’ está “preparada o muy preparada” para afrontar este desafío, aunque esta percepción disminuye hasta el 24% en el caso de las pymes.
Asimismo, se constata que la recuperación de la industria española “ha sido más débil de lo que se podría esperar” y, en lo que respecta al crecimiento del último año, España y la UE han crecido a un ritmo “prácticamente idéntico”.
En cuanto al peso del empleo en la industria sobre el total nacional, este muestra una desaceleración durante el segundo trimestre de 2023, donde pasó de suponer el 13,6% del empleo total en el primer trimestre al 12,9%.
A su vez, el Índice de Producción Industrial (IPI) muestra una disminución en la serie, alcanzando un índice negativo de abril a septiembre, y situándose en 1,1 en noviembre (último dato disponible).
Asimismo, el informe apunta que se mantiene en el tiempo la posición que España tenía respecto al resto de países a nivel europeo para las distintas magnitudes comparadas.
En su intervención durante la presentación del informe, el presidente del Cogiti, José Antonio Galdón, ha destacado la mejora de la percepción por parte de los profesionales, “pese a que aprecian problemas estructurales en el sector industrial, que deberían ser afrontados en una nueva Ley de Industria”.
Esta nueva normativa tendría que “apostar por la autonomía estratégica y considerar las zonas despobladas como eje del nuevo desarrollo industrial que de soporte a la transición energética y la descarbonización de la economía”, en palabras de Galdón. Además, ha incidido en “el alto grado de compromiso del sector con la sostenibilidad”.
Por su parte, el presidente del CGE, Valentín Pich, ha señalado que “la recuperación de la industria española está siendo más débil de lo que se podría esperar, incluso muestra señales de ralentización, pues los últimos datos disponibles muestran que en 2022 aún no se había llegado a recuperar aún el nivel prepandemia y que España el cuarto país de la UE que menos ha crecido desde 2015”.
Sin embargo, Pich ha apuntado que el Valor Añadido Bruto de la industria ha aumentado un 14,49% y también el número de empresas del sector (un 1,24%), pero en ambos aspectos por debajo de la media de la UE.
Por último, el presidente de los economistas ha defendido que la puesta en marcha de la nueva Ley de Industria “no se puede dilatar más en el tiempo” y ha hecho hincapié en la “necesidad de que esta incluya programas específicos para aquellos subsectores que pueden ayudar a mitigar problemas de primera magnitud para el país, como es la escasez de agua”.
Por otra parte, el director del Servicio de Estudios CGE y coordinador del Informe, Salvador Marín, ha explicado que Cataluña es la comunidad autónoma que más contribuye al total de la industria nacional con un 21,68%, seguida de Madrid, Andalucía y Valencia con una contribución de alrededor del 11-12%.
En el extremo inferior aparece un grupo formado por seis regiones: Baleares, Canarias, Cantabria, Asturias, Extremadura y Rioja, con una contribución inferior al 2,5%.