Prohíbe la expansión de la capacidad de fabricación en países como China, además de condiciones para dividendos y recompras de acciones
MADRID, 28 (EUROPA PRESS)
Las empresas fabricantes de microprocesadores que accedan a las ayudas del multimillonario plan de impulso del sector desplegado por el Gobierno de Estados Unidos estarán sujetas a una serie de condiciones para el reparto de dividendos y la recompra de acciones, así como la prohibición de extender su capacidad de producción a países como China.
En la presentación este martes de la apertura del plazo de solicitudes del plan ‘CHIPS and Science’, que incluye incentivos para la industria de semiconductores de 39.000 millones de dólares (36.882 millones de euros), la secretaria de Comercio, Gina Raimondo, ha subrayado el compromiso de la Administración de “proteger el dinero de los contribuyentes”.
En la presentación del proceso de solicitud, el Departamento de Comercio indicó que invertirá en proyectos que aumenten significativamente la producción de semiconductores de EE.UU. y fortalezcan las cadenas de suministro globales, además de financiar proyectos que promuevan los intereses de seguridad nacional del país.
Asimismo, los solicitantes deben comprometerse a desarrollar y mantener una fuerza laboral diversa y altamente cualificada, añadiendo que, cualquier solicitante de más de 150 millones de dólares tendrá la obligación de proporcionar un plan de acceso a cuidados infantiles asequibles, accesibles, confiables y de calidad para los trabajadores.
De acuerdo con estos objetivos, la Oficina del programa CHIPS evaluará los proyectos en función de los planes de los solicitantes para comprometerse con futuras inversiones en la industria de semiconductores de EE.UU., incluida la construcción de instalaciones de i+D en el país; demostrar responsabilidad climática y ambiental; y comprometerse a usar materiales de construcción de fabricación nacional.
RESTRICCIONES.
Asimismo, la Administración advierte de que tomará las medidas adecuadas para salvaguardar las inversiones de los contribuyentes, por lo que las adjudicaciones se realizarán sobre la base de un análisis financiero riguroso y la debida diligencia.
De este modo, los beneficiarios de más de 150 millones de dólares de financiación directa deberán compartir con el Gobierno de los EE.UU. una parte de los flujos de efectivo o retornos que excedan las proyecciones del solicitante en función de un umbral acordado.
Además, los solicitantes “tienen prohibido utilizar los fondos de CHIPS para dividendos o recompras de acciones”, subraya el Departamento de Comercio, añadiendo que todos los beneficiarios deberán detallar sus intenciones con respecto a las recompras de acciones durante cinco años.
Por otro lado, los beneficiarios deberán devolver el monto total adjudicado si, a sabiendas, participasen en cualquier esfuerzo conjunto de investigación o licencia de tecnología con una entidad extranjera de interés que plantee preocupaciones de seguridad nacional.
Además, los solicitantes seleccionados deben aceptar no participar en ciertas transacciones importantes “que impliquen la expansión de la capacidad de fabricación de semiconductores en países de interés durante 10 años a partir de la fecha de la adjudicación”.
“Sospecho que muchas empresas tendrán que trabajar más duro de lo que pensaban para recibir los fondos”, dijo Raimondo en declaraciones recogidas por Bloomberg. “Las empresas tendrán que mostrarnos por qué estos proyectos no serían posibles sin la inversión del Gobierno”, añadió.