La administración Biden está considerando restringir las ventas de chips avanzados de inteligencia artificial de empresas como Nvidia, AMD y otras firmas estadounidenses a ciertos países, según fuentes familiarizadas con el tema que cita Bloomberg. Esta medida, destinada a proteger la seguridad nacional, limitaría el acceso de algunos países a estas tecnologías de vanguardia, especialmente en regiones donde la demanda de centros de datos de IA está en aumento, como los países del Golfo Pérsico, conocidos por sus recursos financieros para invertir en este tipo de infraestructura.
Aunque las discusiones aún están en una etapa preliminar, la idea ha ganado impulso recientemente. La política podría basarse en un nuevo esquema que busca facilitar el proceso de licencias para la exportación de chips de IA a países como Emiratos Árabes Unidos y Arabia Saudita. El mes pasado, el Departamento de Comercio de EE. UU. introdujo nuevas normativas relacionadas con estos controles, y se esperan más regulaciones en el futuro.
Las medidas afectarían a Nvidia, la empresa líder en chips de IA, al igual que AMD e Intel, que también fabrican estos procesadores. Las acciones de Nvidia bajaron más de un 1% tras conocerse la noticia, después de haber alcanzado un récord el día anterior.
La idea de imponer restricciones por país reforzaría las medidas que ya existen contra China, que ha sido el principal objetivo de los controles de exportación de chips de IA por parte de Estados Unidos. Washington teme que esta tecnología pueda ser utilizada por Pekín para fines militares o de vigilancia masiva. Sin embargo, las preocupaciones de seguridad se han extendido más allá de China, y las restricciones podrían afectar a más de 40 países en Medio Oriente, África y Asia.
Algunos funcionarios han llegado a considerar que las licencias de exportación de chips de IA podrían convertirse en una herramienta diplomática, con el objetivo de influir en las relaciones entre Estados Unidos y otros países.
El panorama para los principales fabricantes de chips de IA sigue siendo incierto. Cuando Estados Unidos impuso restricciones iniciales a las exportaciones de chips hacia China, Nvidia ajustó sus productos para seguir operando en ese mercado. Si las nuevas restricciones por país se implementan, podría ser un desafío para el gobierno de Biden aplicarlas, especialmente con el final de su mandato a la vista. Además, esta política pondría a prueba las relaciones diplomáticas de Estados Unidos, ya que muchos países están buscando desarrollar sus propias capacidades de IA.
Mientras tanto, China sigue avanzando en el desarrollo de sus propios chips avanzados, aunque aún no ha alcanzado el nivel de sus competidores estadounidenses. No obstante, existe preocupación en Washington de que si empresas como Huawei u otras logran fabricar una alternativa viable a los chips de Nvidia, Estados Unidos podría perder influencia en el mercado global de IA. Algunos funcionarios creen que este escenario es improbable y que Estados Unidos debería ser más estricto en cuanto a las exportaciones de chips de IA, aprovechando su posición actual. Sin embargo, otros advierten que restringir demasiado estas ventas podría empujar a otros países a buscar alternativas en China.
A pesar de los debates, el proceso de aprobación de licencias para la exportación de chips de IA hacia Oriente Medio ha avanzado lentamente, aunque se espera que, con las nuevas normas, este proceso sea más ágil en el futuro. Las regulaciones permitirán que los funcionarios estadounidenses evalúen previamente a los clientes y sus compromisos de seguridad, facilitando el otorgamiento de licencias.