Edmundo González, destacado líder de la oposición venezolana contra el gobierno de Nicolás Maduro, ha llegado a Madrid, donde ha confirmado su estado de salud y reafirmado su compromiso con la “lucha por la libertad de Venezuela“. Madrid se ha convertido ahora en un punto clave para su exilio y su actividad política.
La llegada de González genera incertidumbre sobre el futuro político de Venezuela, tanto en lo referente a la administración de Maduro como al papel de figuras opositoras como María Corina Machado. González ha expresado su intención de asumir la presidencia en el exilio a partir de enero, lo que abre nuevas incógnitas sobre el desarrollo de la crisis política venezolana y las posibles repercusiones internacionales.
Tras las elecciones presidenciales en Venezuela, Edmundo González se había convertido en el principal opositor del autoproclamado vencedor, Nicolás Maduro. A finales de agosto, la Fiscalía lo citó para declarar como investigado por delitos de conspiración, usurpación de funciones e instigación a la desobediencia; su negativa a presentarse en dependencias judiciales dio pie a una orden de detención a principios de septiembre. González se refugió entonces en la representación diplomática de Holanda en Caracas, donde permaneció más de un mes. Después se trasladó a la residencia del embajador español en Venezuela, en la que estuvo durante los dos días previos a su salida hacia Madrid, con escalas en República Dominicana y Azores. Según distintos medios, el proceso de asilo de Edmundo González y su esposa habría durado ocho días.
En Venezuela, el exilio del líder opositor ha sido acogido de distintas maneras: María Corina Machado ha justificado su salida del país argumentando que su vida corría peligro y era objeto de crecientes amenazas para intentar silenciarlo y doblegarlo; por otro lado, ha cierta decepción entre los seguidores de González, que adjudican el exilio como una victoria para el gobierno de Maduro, que se queda con María Corina Machado como única oponente.