MADRID, 16 (EUROPA PRESS)
La decisión del Banco Central Europeo (BCE) de subir los tipos de interés en 50 puntos básicos este jueves, tal como había telegrafiado la institución, a pesar de las recientes tensiones financieras, refleja la determinación de la entidad en su lucha contra la inflación, aunque los analistas consultados por Europa Press apuestan por que la institución adoptará un menor ritmo de subida del precio del dinero en próximas reuniones.
“La subida de 50 puntos básicos de los tipos de interés refleja la determinación del banco central de frenar las persistentes presiones inflacionistas en la eurozona”, señala Eiko Sievert, director de calificaciones soberanas de Scope Ratings, quien espera que la velocidad de las subidas de tipos disminuya significativamente este año a medida que el impacto del endurecimiento de la política monetaria “golpee con fuerza a la economía, con posibles implicaciones para la estabilidad financiera”.
En esta línea, desde EthiFinance Ratings, Antonio Madera, considera que la actitud adoptada por el BCE “es la más coherente”, habida cuenta de que la situación del sistema financiero actual es mejor que la presentada con anterioridad a la crisis de 2008 y anticipa que “de cara a próximas reuniones, creemos que el tono de las alzas se suavizará”.
Asimismo, los analistas de Ebury consideran que se trata de una decisión acertada, ya que la elevada inflación subyacente y la solidez de la economía de la zona del euro no sólo justifican un endurecimiento suplementario de la política monetaria, sino que, además, “el aumento de los tipos de interés envía una clara señal de confianza en la solidez del sector bancario europeo”.
A este respecto, Víctor Alvargozález, director de estrategia y socio fundador de Nextep Finance, señala la defensa de Christine Lagarde surante su rueda de prensa de la fortaleza del sector bancario, mientras que no ha querido comprometerse de cara a próximas reuniones del BCE.
Sin embargo, para Anna Stupnytska, macroeconomista global de Fidelity International, el BCE se había puesto en una situación extremadamente difícil de manera innecesaria al haberse comprometido casi incondicionalmente a esta subida, lo que dejaba a la entidad con poco margen de maniobra en caso de shock.
“En nuestra opinión, el grado de endurecimiento de las políticas del BCE y de la Reserva Federal hasta la fecha ya ha sido suficiente para provocar un aterrizaje brusco”, afirma, advirtiendo de que las vulnerabilidades financieras que han salido a la superficie pueden reducir la disposición de los bancos a conceder crédito, llevando a condiciones de financiación más restrictivas que afectarían a la economía real.
“En este sentido, nuevas subidas de tipos a partir de ahora constituirían probablemente un error político que, en última instancia, exigiría una rápida corrección del rumbo en los próximos meses”, apunta.