García de Andrés asegura que la recuperación se irá “acelerando” y pide evitar en salarios y precios el alza “temporal” de la inflación
MADRID, 25 (EUROPA PRESS)
El secretario de Estado de Economía, Gonzalo García de Andrés, ha asegurado este lunes que las previsiones macroeconómicas del Gobierno, tanto para este año como para 2022, son “sólidas y rigurosas”, y añadió que “respeta” las estimaciones del Banco de España, que ha anunciado que las revisará “significativamente” a la baja.
García de Andrés, que ha comparecido en la Comisión de Presupuestos del Congreso, ha indicado que las previsiones del Gobierno, que apuntan a un crecimiento del 6,5% para este año y del 7% para 2022, se basan en dos principios: usar todos los datos disponibles, no sólo los parciales y trimestrales, y hacerlo con una “elevada dosis de prudencia”.
En este contexto, defendió que la mejor forma de realizar previsiones macroeconómicas no es “estar subiéndolas o bajándolas” al hilo de elementos “volátiles”, máxime en el contexto actual de la pandemia que ha dado lugar a tasa de variaciones en muchos datos que nunca se habían visto, lo que hace necesario, dijo, una “grado adicional de prudencia”.
“Seguimos con interés las previsiones del Banco de España, de la AIReF o de otros organismos”, admitió el secretario de Estado, quien recordó que estas instituciones modifican sus previsiones más veces que el Gobierno, dejando entrever que con este procedimiento es más fácil acercarse al escenario real.
De esta forma, afirmó que el Gobierno mantiene las mismas previsiones de crecimiento desde el mes de abril, e igual que no las mejoró cuando el INE “sorprendió” con un alza del PIB del 2,8% en el segundo trimestre en su primera lectura –Economía esperaba un alza del 1,5%, según dijo–, tampoco las ha empeorado ahora cuando el propio INE ha rebajado este crecimiento al 1,1%.
“Hemos pasado de tener una sorpresa muy positiva que no incorporamos a tener una pequeña sorpresa negativa, que tampoco hemos incorporado”, reiteró García de Andrés, que añadió que las estimaciones del Gobierno también recogen otros datos del tercer trimestre y del inicio del cuarto que confirman que la economía española se está acelerando.
LA RECUPERACIÓN TOMA IMPULSO
En este sentido, ha asegurado que la recuperación económica “está cobrando impulso” desde el tercer trimestre de este año, que se va a mantener en el segundo semestre y que se irá acelerando en los próximos meses en la medida en el que el plan de recuperación se vaya desplegando y también las reformas estructurales previstas.
“Los datos corroboran esta reactivación, que está yendo de menos a más”, resaltó el secretario de Estado, que afirmó que está siendo “especialmente intensa” en el mercado de trabajo, con un nivel de afiliación a la Seguridad Social que ya está en niveles superiores a los de 2019 y con unos trabajadores en ERTE de algo más de 200.000 empleados, cuando llegaron a ser 3,5 millones de trabajadores al inicio de la pandemia.
La recuperación se asienta, dijo, en el “dinamismo” del consumo por el gran ahorro acumulado, que se refleja en los datos de gasto con tarjeta, que están creciendo a tasas superiores al 30% respecto a los niveles de 2019, especialmente en bares y restaurantes, así como la mejora del turismo nacional y del extranjero.
NO FILTRAR INFLACIÓN A SALARIOS Y PRECIOS
No obstante, apuntó que en este escenario existen algunos riesgos, entre los que destacó las “tensiones en la oferta”, los elevados precios de la energía y el alza de la inflación, que a pesar de ser un “elemento transitorio”, hay que “prestarle mucha atención para que no se filtre a precios y salarios”.
En este contexto y a pesar de reconocer que existen dichos riesgos a la baja, lamentó que la mayoría de los portavoces parlamentarios que tomaron la palabra se hayan “dejado obnubilar” por los riesgos y no hayan tenido en cuenta que España será este año y el próximo una de las economías que más crezca de la UE. “Se puede crecer una décima más alto o más bajo, pero eso no invalida el Presupuesto”, añadió García de Andrés.
En cuanto a la reforma laboral, afirmó que trata de reducir “de manera drástica” la temporalidad y “mejorar y reforzar los mecanismos negociados para que las empresas puedan adaptarse a las condiciones cíclicas y estructurales”.
García de Andrés destacó, asimismo, la “gran oportunidad” que supone para España el plan de recuperación, porque permitirá al país dar una salida a la crisis “adecuada” a las condiciones actuales, con inversiones, reformas estructurales y reducción de la desigualdad, para dar un “impulso de transformación” y asegurar un “crecimiento inclusivo y sostenible”.
También mencionó el éxito de las líneas del ICO para apoyar la liquidez de las pymes, con más de un millón de operaciones financiadas a finales de septiembre y una movilización de más de 132.000 millones de euros. “Ha sido un ejemplo que nos debe dejar lecciones para el futuro”, añadió.
Igualmente, defendió el paquete de reformas estructurales “muy ambicioso” que está impulsando el Gobierno y, en concreto, se refirió a las que está elaborando su Secretaría de Estado: la Ley Crea y Crece y la reforma de la Ley Concursal, que llegarán al Congreso antes de finales de año.
Por último, apostó por que todos los fondos de formación, tanto del plan de recuperación como los anteriores, se puedan ir canalizando “con rapidez” para que el mercado de trabajo pueda ajustarse a las “dificultades” para encontrar determinados perfiles.