BRUSELAS, 21 (EUROPA PRESS)
El vicepresidente económico de la Comisión Europea, Valdis Dombrovkis se reunirá este jueves con la vicepresidenta tercera y responsable de Trabajo, Yolanda Díaz, y este viernes con la vicepresidenta segunda y responsable de Asuntos Económicos, Nadia Calviño, para perfilar los detalles del plan de recuperación que el Gobierno enviará a Bruselas antes de que acabe el mes.
Ambas citas –presencial en el caso de Díaz, pero virtual en el de Calviño– tendrán lugar a pocos días de que finalice el plazo acordado para que los Estados miembros remitan a las autoridades comunitarias sus planes de reformas e inversiones con los que absorber el dinero del plan anticrisis.
El vicepresidente comunitario Dombrovskis ha asegurado este miércoles, preguntado por estos encuentros, que el plan español “va por el buen camino” y ha señalado que espera que sea enviado por el Gobierno antes del 30 de abril.
Esa es la intención que tiene el Ejecutivo, según aseguró el pasado viernes la misma Calviño, quien en declaraciones a los medios antes de participar en una reunión con sus homólogos europeos dijo que España utilizaría los últimos días para “trabajar los flecos que quedan pendientes”.
En este sentido, la reforma laboral es, junto con la reforma del sistema de pensiones, de los puntos más controvertidos del plan español. De hecho, el propio Dombrovskis subrayó hace poco que Bruselas esperaba una revisión “amplia y ambiciosa” de las normas laborales españolas para en especial el problema de la temporalidad y reducir el “muy elevado” desempleo juvenil.
La medida estrella en el ámbito del mercado laboral que recoge el Plan de Recuperación que esta semana presentó el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, es la reducción a tres tipos de contratos de trabajo (estable, temporal y de formación) para reducir las tasas de temporalidad.
También prevé la creación de un mecanismo permanente para la formación y recualificación de trabajadores en procesos de ajuste empresarial, la consolidación de los ERTE aplicados durante la pandemia como un instrumento “permanente”, la modernización de las políticas activas de empleo y la simplificación y racionalización de los incentivos a la contratación.