MADRID, 19 (EUROPA PRESS)
Deutsche Bank anticipa 10 subidas de tipos por parte de la Reserva Federal estadounidense (Fed) de cara al cierre del segundo trimestre de 2023 y que el Banco Central Europeo (BCE) ponga fin a sus compras netas de activos antes de subir el tipo de facilidad de depósito tres veces y el tipo de facilidad de préstamo dos veces en 2022.
En un informe realizado por el director de inversiones del área privada, Christian Nolting, la entidad explica que se espera una reducción de la inflación, pero las expectativas aún son elevadas: anticipa que el IPC de Estados Unidos se sitúe en el 4,7% a finales de 2022 y en el 8% en la Eurozona.
El crecimiento, por su parte, seguirá por encima del potencial en Estados Unidos y no se prevé una recesión a corto plazo, con un avance esperado para este año del 2,9%, mientras que la perspectiva de crecimiento para la Eurozona es del 2,8%, un porcentaje que “sería mucho mayor si no fuera por las limitaciones de la oferta a la luz de la situación de Ucrania”.
China verá frenado su avance por la política de Covid cero, la desaceleración del sector inmobiliario y los riesgos geopolíticos, aunque una relajación gradual de las medidas de bloqueo y una política fiscal más expansiva deberían impulsar el crecimiento. De esta forma, la entidad prevé un crecimiento del PIB del 4,5% en el país en 2022, por debajo del consenso.
En este contexto, los mercados de las economías desarrolladas seguirán experimentando una fuerte volatilidad debido a varios factores, como la entrada en positivo de las rentabilidades de los bonos estadounidenses, los riesgos geopolíticos, los riesgos de suministro y las dudas en torno a las actuaciones de bancos centrales.
Deutsche Bank es más optimista para los mercados emergentes, en los que geografías como América Latina, con una mayor exposición a materias primas, podrían tener mejores resultados.
El precio del petróleo debería seguir apoyado por la incertidumbre que rodea a la oferta rusa, pese a que los cierres en China están causando un lastre en la demanda, al mismo tiempo que los tipos reales presionarán al oro. No obstante, su precio debería soportarlo debido a la preocupación por la estanflación y la falta de un camino claro en la desescalada en Ucrania.
La renta fija dependerá para el resto del año de la reducción del balance de la Fed. El crédito global en grado de inversión se está viendo afectado por el debilitamiento de la demanda, ante la caída del apetito de los inversores y los brotes de volatilidad, mientras que en ‘high yield’, los fundamentos de la mayoría de los emisores “siguen siendo favorables”.
En el mercado de divisas, el dólar estadounidense está apoyado frente al euro por las subidas emprendidas por Fed frente al del BCE, además de la volatilidad de los mercados y la incertidumbre geopolítica. Frente al actual nivel de 1,04 dólares por euro, el banco alemán prevé que la divisa se sitúe en el 1,10 dólares para junio de 2023.