MADRID, 24 (EUROPA PRESS)
La subgobernadora del Banco de España, Margarita Delgado, ha señalado que los nuevos operadores digitales, como las ‘bigtech’, deberían someterse a una regulación fundamentada en los riesgos que generan, en la medida en que ejerzan actividades que puedan incidir de manera significativa en la estabilidad financiera.
Actualmente, en el ámbito del Banco Central Europeo se ha establecido el principio de “misma actividad, mismo riesgo, misma regulación y misma supervisión” y el marco regulatorio para las ‘bigtech’ es el establecido para los servicios financieros que prestan, como servicios en la nube o pagos, todavía “poco significativos”.
Sin embargo, durante su intervención en la jornada organizada por Funcas ‘Futuro del sector bancario tras las nuevas regulaciones, la crisis financiera y la pandemia’, la subgobernadora del Banco de España ha resaltado que existen corrientes que consideran que la normativa debería estar fundamentada no tanto en la actividad concreta que se ejerce, sino en la tipología de entidad y riesgos que conlleva.
En este sentido, ha avisado de que los grandes proveedores tecnológicos manejan una cantidad ingente de datos, que en su opinión son “la materia prima más rentable que existe”, y cuentan con ventajas como el acceso preferente a financiación y la buena reputación y confianza entre los consumidores.
“Unos datos debidamente manejados y procesados pueden convertirse en una poderosa herramienta para la prestación de servicios financieros”, ha asegurado Delgado, quien ha apuntado que estas empresas podrían determinar el perfil de riesgo de los acreditados sin la necesidad de disponer de un historial crediticio, así como promover la inclusión financiera de un sector de la población que actualmente se encontrara fuera del ámbito de influencia de la banca tradicional.
En su opinión, habría que tener en cuenta este escenario a la hora de dibujar el nuevo mapa financiero del futuro y, “en la medida en que estos nuevos actores ejerzan actividades que puedan incidir significativamente en la estabilidad financiera, deberían someterse a una regulación fundamentada en los riesgos que generan”.
La subgobernadora ha recordado que el sector bancario está sometido a una “exhaustiva y creciente regulación y supervisión”, precisamente, por la implicación e impacto que tiene en la estabilidad financiera, que los reguladores y supervisores buscan preservar.
“Tendremos que estar atentos a la evolución del mercado para evitar la materialización de los riesgos que potencialmente pueden generar estos grandes proveedores de servicios tecnológicos, así como el riesgo sistémico derivado de la concentración de mercado y su posible impacto en la estabilidad económica y financiera”, ha resaltado Delgado.
AVISA A LA BANCA DEL RIESGO DE EXTERNALIZAR ACTIVIDADES A TERCEROS
Por otro lado, la subgobernadora del Banco de España ha avisado del aumento de la probabilidad de sufrir ciberataques, en la medida que se han incrementado las interconexiones con terceros y con clientes, por lo que ha llamado a las entidades a establecer barreras que protejan sus sistemas y procesos digitales y a diseñar planes de resiliencia que determinen qué actividades son críticas y así garantizar que las entidades sean capaces de operar en circunstancias excepcionales.
Según ha recordado, no solo están expuestas al ciberriesgo las entidades, sino también los clientes, lo que requiere de una labor de educación y concienciación de los peligros que conllevan los nuevos procesos digitales para crear “un entorno de confianza”.
Por otro lado, la subgobernadora ha avisado del riesgo de dependencia de terceros, en un escenario en el que las entidades están tendiendo a externalizar ciertas actividades para reducir costes, aumentar la flexibilidad y mejorar la eficiencia.
Si bien ha reconocido que la subcontratación con terceros de servicios concretos que aportan poco valor permite a las entidades centrarse en actividades más relevantes, Delgado ha querido recordar que los bancos deben realizar un análisis en profundidad de los riesgos que puede suponer depender de terceras partes a la hora de prestar ciertos servicios.
“En cualquier caso, las entidades no podrán delegar la responsabilidad que tienen al ejercer una actividad, con independencia de que esté externalizada o no”, ha apostillado.