La búsqueda de la estabilidad de precios no puede ignorar los riesgos físicos y de transición relacionados con el cambio climático
MADRID, 4 (EUROPA PRESS)
El gobernador del Banco de España y presidente del Comité de Basilea, Pablo Hernández de Cos, ha advertido del riesgo de fragmentación derivado de la multiplicidad de iniciativas de supervisión y regulación para abordar la cuestión del cambio climático y su impacto en las finanzas, por lo que ha afirmado que resulta “extremadamente importante” mantener la coordinación global y buscar medidas globales cuando sea relevante.
En un discurso pronunciado en la conferencia ‘Green Swan’, organizada por el Banco de Pagos Internacionales (BPI), el Banco de Francia y el Fondo Monetario Internacional (FMI), De Cos ha abogado por buscar un amplio acuerdo entre el conjunto más amplio de organismos mundiales del sector público y privado en lo que respecta a cuestiones como definiciones, taxonomías y enfoques coherentes.
“Hay muchas iniciativas en curso a nivel mundial y somos muy conscientes de la posible fragmentación cuando se trata de diferentes iniciativas de supervisión y regulación, lo que a su vez socavaría la igualdad de condiciones a nivel mundial”, ha advertido.
En este sentido, el banquero central español ha defendido que las categorías de riesgo tradicionales utilizadas por las instituciones financieras y reflejadas en el Marco de Basilea, incluyendo riesgo de crédito, riesgo de mercado, riesgo de liquidez o riesgo operativo, pueden utilizarse para capturar los riesgos financieros relacionados con el clima.
De este modo, el Comité contará con una base conceptual sólida para la próxima fase de trabajo y en lugar de tratar el riesgo financiero relacionado con el clima como un nuevo tipo de riesgo separado, explorará posibles medidas dentro de la estructura actual del Marco de Basilea para abordar dichos riesgos.
“Estamos analizando hasta qué punto estos riesgos pueden abordarse dentro del marco de Basilea existente, identificamos posibles brechas en el marco actual y consideramos posibles medidas para abordar las brechas”, ha apuntado.
En cuanto a la divulgación de riesgos relacionados con el clima, ha advertido de que hay muchas iniciativas en marcha centradas en desarrollar un enfoque globalmente coherente para los informes de sostenibilidad, señalando que, a través de estas iniciativas, todavía se deben cerrar las brechas para construir una base de divulgación común.
Por otro lado, en cuanto a la labor de los bancos centrales, el gobernador del Banco de España ha defendido que en su búsqueda de la estabilidad de precios, no pueden ignorar los riesgos físicos y de transición relacionados con el cambio climático, añadiendo que, en la medida en que afecten a la macroeconomía, la transmisión de las políticas monetarias o las perspectivas de inflación, dichos riesgos “seguramente afectarán la conducción de la política monetaria”.
Sobre esta cuestión, si bien aún no está claro la forma en que el cambio climático afecta la política monetaria y, por lo tanto, se necesitan más análisis para abordar sus implicaciones, De Cos ha apuntado que el cambio climático afectará a los riesgos de los activos en los balances, lo que supone que la implementación de la política monetaria expone a los bancos centrales a tales riesgos directamente a través de la tenencia de activos e indirectamente a través de garantías pignoradas por contrapartes.
De este modo, el gobernador del Banco de España ha señalado que los bancos centrales deben redoblar sus esfuerzos para incorporar el cambio climático en sus modelos y marcos de gestión de riesgos, lo que, junto con los requisitos de divulgación relacionados con el clima, puede contribuir de manera decisiva a la correcta fijación de precios de los riesgos relacionados con el clima por parte de los mercados financieros.
“Nuestro trabajo está motivado por proteger a los bancos del cambio climático, y no por cambiar el clima en sí, donde se necesitan otras medidas fuera del conjunto de herramientas de los reguladores y supervisores”, ha indicado, subrayando que si se logra incorporar estos riesgos en las decisiones del sector financiero, “esto se traducirá en un cambio en los precios relativos de los instrumentos financieros” que, a su vez, ayudará a internalizar las consecuencias que se originan tanto en la transición como en los riesgos físicos.
El cambio climático presenta riesgos físicos y de transición para el sector financiero que pueden ser de magnitud significativa y, por lo tanto, pueden afectar la estabilidad financiera a nivel mundial, por lo que se debe concluir que es necesario que los supervisores, los reguladores y, por supuesto, el Comité de Basilea actúen, ha apostillado.