
En el marco de una cumbre de seguridad celebrada en Londres, el primer ministro del Reino Unido, Keir Starmer, junto a otros líderes europeos, reafirmó su respaldo a Ucrania. Sin embargo, tras bambalinas, los esfuerzos diplomáticos se centraron en persuadir al presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, de retomar las negociaciones con el mandatario estadounidense, Donald Trump.
Desde la primera ministra italiana, Giorgia Meloni, hasta el presidente francés, Emmanuel Macron, los líderes europeos llevaron a cabo un intenso fin de semana diplomático en un intento por mitigar el impacto del tenso encuentro que Zelenski mantuvo días atrás en la Casa Blanca. Paralelamente, se intensificaron las iniciativas para fortalecer las capacidades de defensa europeas, a medida que Trump avanza en su acercamiento con el presidente ruso, Vladimir Putin, con la intención de poner fin al conflicto en Ucrania.
La estrategia europea tomó impulso en los salones victorianos de Lancaster House, donde los líderes intentaron convencer a Trump de mantener su compromiso con Europa y Ucrania antes de que sus conversaciones con Putin avancen significativamente. En una entrevista con Le Figaro, Macron propuso que la Unión Europea invierta 200.000 millones de euros en su capacidad defensiva. Asimismo, Reino Unido y Francia impulsaron la creación de una “coalición de los dispuestos”, que incluiría países no pertenecientes a la UE, como Canadá, para garantizar la estabilidad en Ucrania y demostrar a Kiev la viabilidad de una paz duradera. Además, el presidente galo presiona para alcanzar un alto el fuego por mar y aire. “Durante las conversaciones de los últimos días, acordamos que Reino Unido, Francia y otros países colaborarán con Ucrania en un plan para detener los combates”, declaró Starmer tras la cumbre. “Luego discutiremos este plan con Estados Unidos”.
El renovado interés por la defensa europea tuvo un impacto positivo en los mercados, fortaleciendo la cotización del euro frente al dólar. Las acciones del sector defensa también experimentaron un notable repunte en las primeras horas del lunes, con alzas significativas en empresas como BAE Systems Plc (+23%), Rheinmetall AG (+19%) y Dassault Aviation (+16%). No obstante, los mercados de bonos europeos sufrieron presión ante la posibilidad de un mayor endeudamiento para financiar el gasto en defensa.
Zelenski calificó la cumbre como un “fuerte comienzo” y mencionó que ya existe una “posibilidad teórica” de desplegar un contingente extranjero en Ucrania. Sin embargo, enfatizó que aún es prematuro detallar los próximos pasos. Según fuentes diplomáticas europeas, algunos funcionarios de la administración Trump han mostrado mayor disposición a continuar las conversaciones con Ucrania, a pesar del desacuerdo entre el mandatario estadounidense y Zelenski.
Durante el fin de semana, Macron, Meloni y Starmer conversaron con Trump y Zelenski para reabrir las negociaciones. En su estrategia, los europeos consideran clave revivir el acuerdo sobre minerales que ambos presidentes habían planeado firmar, lo que otorgaría a Trump un interés personal en mantener la estabilidad en Ucrania. “El desafío para Europa y para Keir Starmer es demostrar que Zelenski está listo para la paz si el continente se involucra”, explicó Adam Thomson, exembajador británico ante la OTAN. Para ello, añadió, es crucial presentar un paquete lo suficientemente atractivo para que Trump asuma un rol de mediador.
Las tensiones entre Zelenski y Trump siguen siendo un obstáculo para la diplomacia. Mientras los aliados europeos reiteraron su respaldo al líder ucraniano, Estados Unidos exigió una disculpa pública como condición para retomar el diálogo. “Debe haber una reconstrucción de la confianza antes de que el presidente Trump esté dispuesto a involucrarse nuevamente”, afirmó Tulsi Gabbard, directora de inteligencia nacional de Trump, en declaraciones a Fox News.
Además de la mediación con Ucrania, los líderes europeos enfrentan el reto de fortalecer su estructura de seguridad ante la posibilidad de una retirada estadounidense de la OTAN y otros compromisos estratégicos en el continente. Para abordar esta cuestión, Macron y Starmer han impulsado una iniciativa fuera del marco tradicional de la UE para conformar una fuerza de paz en Ucrania. La propuesta incluye un alto el fuego de un mes mientras se negocian los despliegues de tropas y las garantías de seguridad.
La posibilidad de enviar fuerzas europeas al terreno generó una respuesta inmediata de Moscú. El ministro de Asuntos Exteriores ruso, Sergei Lavrov, rechazó la idea, calificándola como una provocación. Entretanto, el Consejo Europeo se reunirá el jueves para discutir un paquete militar de 20.000 millones de euros para Ucrania, así como medidas para aumentar el gasto en defensa, incluida una posible flexibilización de las normas fiscales. También se debatirá la designación de un enviado especial de la UE para futuras negociaciones de paz, una opción respaldada por varios estados miembros, aunque con la oposición de países como Hungría y Eslovaquia, alineados con la postura de Trump sobre Ucrania.
“Europa necesita rearmarse con urgencia”, advirtió la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, en Londres. “Debemos convertir a Ucrania en un ‘puercoespín de acero’ que sea indigerible para cualquier invasor potencial”, sentenció.