Cuidado con la deuda: este es el problema oculto de la economía de Europa y los posibles escenarios
Candriam se plantea si será 2025 el año de la reducción de la deuda. El informe sugiere que, a pesar de la hiperinflación del 8% en 2023 que controló temporalmente la deuda, la inflación proyectada para 2025 será solo del 2%. Esto implicará que no se erosionará el ratio de deuda pública, lo que cambiará las dinámicas de los países, como ha sucedido en España. Candriam ha enfatizado que, en este nuevo entorno, no será suficiente esperar que el ratio de deuda baje por sí solo; será necesario tomar medidas activas.
Además, la caída de los tipos de interés entre 2010 y 2020 permitió a los estados ampliar la duración de su deuda, pasando de 6.7 años a 7.9, con un tipo medio del 2.65%. Sin embargo, se anticipa que el coste de la deuda media en 2025 será del 2.25%, lo que dificultará el freno de la deuda y el déficit.
Los informes también mencionan que, a pesar de que los estados pueden optar por reducir gastos o aumentar ingresos, el aumento del gasto medio en Europa, especialmente por el envejecimiento de la población, complicará aún más esta situación. Las perspectivas de crecimiento se han mantenido bajas, cerca del 1%, lo que plantea interrogantes sobre la fiscalidad. Con una tasa impositiva corporativa promedio del 21.3%, la Unión Europea podría optar por apretar las tuercas a las empresas y hogares, pero esto podría afectar negativamente al consumo y, por ende, reducir los ingresos públicos.
Candriam ha señalado que la intervención de los bancos centrales ha sido crucial en este contexto. Desde el lanzamiento del programa de flexibilización monetaria en 2015, el Banco Central Europeo ha adquirido aproximadamente 4.2 billones de euros, lo que ha mantenido bajo control el coste de la deuda. Asimismo, se ha lanzado un programa de deuda común a través de los “Next Generation EU”, que debería superar los 700,000 millones de euros para 2026, pero su renovación a corto plazo no está garantizada.