MADRID, 7 (EUROPA PRESS)
La tripulación formada por Saúl Craviotto, Marcus Cooper Walz, Carlos Arévalo y Rodrigo Germade, vigente subcampeona del mundo, ha logrado este domingo en el campo de regatas de Trasona (Asturias) el mejor tiempo (1:20.842) de la primera ronda del selectivo para determinar los tripulantes del K4 500 para los Juegos Olímpicos de Tokio.
El tiempo establecido por Craviotto, Cooper, Arévalo y Germade es el mejor registro de los logrados por las tres combinaciones planteadas, seguido del acreditado el viernes por Craviotto, Garrote, Arévalo y Toro (1:24.067) y del que hicieron el sábado Craviotto, Cooper, Arévalo y Toro (1:24.664).
La segunda ronda del selectivo se iniciará la próxima semana, con tres nuevas pruebas contrarreloj que se celebrarán martes, miércoles y jueves. Será entonces cuando, tras la combinada de tiempos, se determine quién será el K4 ganador del selectivo nacional, que será evaluado en la Copa del Mundo de Szeged, del 14 al 16 de mayo, antes de competir en Tokio.
La embarcación que competirá en la cita nipona solo podrá contar con cuatro de los seis palistas que buscan plaza: tres campeones olímpicos -Craviotto, Toro y Cooper Walz-, un finalista en Juegos -Germade- y dos medallistas mundiales -Arévalo y Garrote-.
Los seis palistas preseleccionados para K1 200 y K4 500 son poseedores de medallas en los tres años anteriores a la fecha inicial de los Juegos en las dos distancias y embarcaciones, y todos ellos quedaron en concentración permanente bajo la dirección del técnico Miguel García.
Las tres combinaciones de K4 planteadas responden a parámetros “de rendimiento, valor de acoplamiento y confianza”, y tienen en cuenta los tiempos acreditados por cada uno de los palistas en los controles individuales de K1.
A los test sobre la distancia de 200 metros, se suman los resultados sobre 400 metros, en los que el orden de clasificación fue el siguiente: Arévalo (1:16.59), Germade (1:17.41), Craviotto (1:17.51), Toro (1:18.68), Cooper Walz (1:20.10) y Garrote (1:21.36).
El gallego Rodrigo Germade, que entró este domingo por primera vez en la combinación del K4, reconoció que las sensaciones fueron “muy buenas”, “sobre todo en la parte inicial y en la media”. “El final se hizo un pelín duro. Es el primer 500 del año y siempre cuesta un poco más regular, pero fue bueno, todavía queda selectivo”, indicó.
Su experiencia como integrante del K4 español que logró proclamarse subcampeón del mundo en 2019 supone un “aliciente especial”. “Hay que defender el puesto en un grupo de seis deportistas de altísimo nivel, no hay más que verlo. Es una rivalidad sana aunque muy fuerte, esta competitividad nos va a hacer crecer más. Todos los que estamos en este proyecto hemos hecho méritos de sobra para formar parte de este barco”, señaló.
El palista de Cangas ve “injusta” la reducción de plazas en la especialidad de kayak masculino, ya que es un deporte en el que los españoles están demostrando que son “muy grandes” y que se merecen “estar ahí”. “La clave está en el trabajo táctico sobre el desarrollo de la carrera y en tenerla totalmente planificada, en cada punto y circunstancia, y pase lo que pase seguir el plan establecido, tenerlo muy interiorizado los cuatro a la vez, y resolver de manera instantánea cualquier situación sin que se rompa el barco”, subrayó.
“Intento siempre que la embarcación vaya empastada, que no haya interferencia en las fuerzas, que vaya lo más junta posible e ir con el movimiento del barco, y aportar lo máximo de forma regular durante todo el 500”, concluyó.