MADRID, 21 (EUROPA PRESS)
El recién designado presidente del Banco Interamericano de Desarollo (BID), el brasileño Ilan Goldfajn, deberá abordar varios importantes retos a lo largo de su mandato de cinco años, como son impulsar la lucha contra el cambio climático o remediar la falta de financiación en un momento de endurecimiento de las políticas monetarias.
Ilan Goldfajn, que fue eligido por la Junta de Gobernadores del BID el pasado domingo, accede a la presidencia tras la renuncia de Mauricio Claver-Carone en un contexto de pérdida de reputación de la entidad financiera.
En esta línea, otro de los grandes retos será recuperar el papel que tiene el BID en la región, clave en un momento de ralentización económica y presiones inflacionarias.
En varios foros recientes, el presidente electo señaló la dificultad para atraer nuevos capitales privados para mejorar la financiación, por lo que tendrá que buscar nuevos recursos de capitalización.
Por otro lado, Goldfajn ha prometido trabajar en torno a tres grandes ejes: sostenibilidad, pobreza y crisis alimentaria. La transición climática es uno de los grandes desafíos de la región latinoamericana, que se ve fuertemente afectada y en la que el BID desempeña un rol de “banco verde”.
INDEPENDENCIA DE LOS GOBIERNOS
La elección de Ilan Goldfajn por parte de Brasil para liderar el BID trajo polémica, ya que el presidente electo del país, Lula da Silva, quería atrasar la elección para presentar a otro candidato. Sin embargo, no se dio esta excepción y Goldfajn ha salido elegido, siendo un candidato mejor relacionado con el Gobierno brasileño saliente que con el que viene.
Así, otro importante desafío es la independencia del organismo de los Gobiernos de la región, lo que llevará al BID a volver a ser un actor de referencia en América Latina.
Antes de ejercer como presidente del BID, cargo al que accederá el próximo mes de noviembre, Goldfajn fue presidente del Banco Central de Brasil y director del FMI para el Hemisferio Occidental.