Corea del Norte ha destruido partes de carreteras y vías ferroviarias intercoreanas ubicadas en su lado de la frontera, lo que ha provocado una respuesta inmediata por parte del ejército surcoreano, que ha efectuado disparos de advertencia. Este incidente, que eleva aún más las tensiones en la península de Corea, sigue al anuncio de Pyongyang de cortar completamente los enlaces intercoreanos como parte de su avance hacia un sistema de “dos estados”, abandonando su antiguo objetivo de reunificación con el Sur.
El Estado Mayor Conjunto de Corea del Sur (JCS) confirmó que, alrededor del mediodía del martes, en horario de Corea, partes del norte de las infraestructuras conectadas con el sur fueron destruidas. El Ministerio de Unificación de Seúl, encargado de gestionar los asuntos transfronterizos, condenó el acto, calificándolo de “clara violación” de acuerdos previos entre ambas Coreas. “Es deplorable que Corea del Norte continúe llevando a cabo este tipo de comportamientos regresivos”, declaró Koo Byoung-sam, portavoz del ministerio, durante una rueda de prensa.
Imágenes difundidas por el ejército del Sur mostraron una explosión y una columna de humo elevándose sobre una carretera en la que Corea del Norte había colocado una barrera negra. Además, se observó maquinaria pesada, como camiones y excavadoras, acompañados por oficiales militares norcoreanos guiando las operaciones.
El JCS también señaló que Corea del Norte había comenzado a instalar minas terrestres y otras barreras a lo largo de la frontera y había advertido el lunes sobre la posibilidad de una detonación inminente. Ante este contexto, Corea del Sur incrementó sus medidas de vigilancia y preparación.
Revisión de los intentos de reconciliación
Este acto es el más reciente en una serie de medidas por parte de Pyongyang para romper los vínculos intercoreanos, proceso que se ha intensificado desde que el líder norcoreano, Kim Jong-Un, declaró al Sur como “enemigo primario” a principios de este año. A pesar de que las dos Coreas siguen técnicamente en guerra, ya que el conflicto de 1950-53 terminó con un armisticio y no con un tratado de paz, había habido avances hacia la reconciliación, incluyendo el establecimiento de carreteras y vías férreas transfronterizas tras una cumbre en 2018.
El Ministerio de Unificación surcoreano reveló que Seúl había destinado más de 132 millones de dólares en préstamos de bajo interés para restaurar las conexiones intercoreanas. “Este proyecto de cooperación fue llevado a cabo a petición del Norte”, comentó el portavoz Koo Byoung-sam, recordando que Pyongyang aún está obligado a devolver estos préstamos.
Sin embargo, esta no es la primera vez que Corea del Norte destruye infraestructura conjunta. En 2020, el régimen de Kim Jong-Un hizo estallar una oficina de enlace conjunta, ubicada en una ciudad fronteriza, tras el colapso de las conversaciones nucleares con Estados Unidos. En respuesta, Corea del Sur presentó una demanda en 2023 exigiendo una compensación de unos 45.000 millones de wones (aproximadamente 33 millones de dólares) por los daños ocasionados.
Tensiones por drones y advertencias norcoreanas
El clima de tensión en la península se incrementó aún más la semana pasada, cuando Corea del Norte acusó al Sur de enviar drones sobre su territorio. Pyongyang alegó que estos drones esparcieron una “gran cantidad” de panfletos en su contra, lo que llevó a Kim Yo Jong, hermana del líder norcoreano, a advertir a Seúl de un “desastre horrible”. Aunque Corea del Sur no ha confirmado la implicación de sus militares en el incidente, las tensiones continúan escalando.
El medio estatal norcoreano KCNA informó que Kim Jong Un convocó una reunión con altos funcionarios de defensa y seguridad el domingo para discutir las posibles respuestas a esta supuesta intrusión de drones. La situación en la frontera entre las dos Coreas sigue siendo altamente volátil, con ambos lados intensificando sus acciones militares y diplomáticas.