La relación entre Corea del Norte y Rusia parece estar en una fase de fortalecimiento estratégico, lo que podría llevar al envío de hasta 100.000 tropas norcoreanas para apoyar a Moscú en su guerra contra Ucrania. Según análisis de algunas naciones del G20, esta colaboración, aunque aún hipotética, se enmarca en la profundización de los lazos entre los líderes Vladimir Putin y Kim Jong Un.
Hasta ahora, fuentes cercanas indican que si este despliegue militar se materializara, no ocurriría de forma masiva, sino en rotaciones periódicas. Esto sería para mantener la operatividad y evitar pérdidas significativas en combate, un aspecto destacado por expertos que monitorean esta alianza.
Actualmente, más de 10.000 soldados norcoreanos ya se encuentran en la región de Kursk, en Rusia, donde las fuerzas ucranianas han realizado incursiones recientes. A cambio de este apoyo militar, Rusia proporcionaría financiamiento y asistencia tecnológica a Corea del Norte, un acuerdo que podría incluir tecnología de armamento avanzado como misiles balísticos intercontinentales y submarinos con capacidad nuclear.
Implicaciones geopolíticas
La posible escalada militar norcoreana ha generado preocupación en Occidente. Los aliados de Ucrania temen que esta cooperación refuerce el conflicto en Europa y desestabilice aún más la región del Indopacífico, donde la rivalidad entre Estados Unidos y China es cada vez más evidente.
China, que ha sido un aliado clave tanto para Rusia como para Corea del Norte, ha mantenido un perfil bajo respecto a esta situación. Sin embargo, la presión económica que podría generarle esta alianza, especialmente ante las amenazas de nuevas tarifas comerciales por parte de Estados Unidos, coloca a Pekín en una posición compleja.
Durante la reciente cumbre de la APEC en Lima, líderes como Olaf Scholz expresaron su preocupación y pidieron a China que utilizara su influencia para evitar una mayor escalada. Scholz señaló que el envío de tropas norcoreanas representa una “grave escalada” y aprovechó la cumbre del G20 para abordar el tema con Xi Jinping.
El impacto en el campo de batalla
Además de tropas, Pyongyang ha enviado millones de municiones y sistemas de artillería a Rusia, según informes de inteligencia ucraniana. Este flujo de armas refuerza las capacidades militares de Moscú en un momento en el que Ucrania podría haber recibido el visto bueno de Estados Unidos para el uso de su armamento de largo alcance para contrarrestar los ataques rusos.
La alianza entre Kim y Putin no solo refuerza la resistencia militar rusa, sino que también plantea riesgos estratégicos para la península de Corea y más allá. Con transferencias tecnológicas avanzadas y un intercambio continuo de recursos, el conflicto en Ucrania parece estar adquiriendo una dimensión global más marcada.
Mientras tanto, el gobierno surcoreano ha advertido sobre las consecuencias de este pacto, describiéndolo como una amenaza directa a la estabilidad regional. Las próximas semanas serán clave para observar si la presión internacional logra frenar estas maniobras o si el conflicto continúa expandiendo sus fronteras.