Del 11 al 22 de noviembre, Bakú, Azerbaiyán, acoge la Conferencia de las Partes (COP29) de la Convención Marco de Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, un evento clave en el combate mundial contra el cambio climático. En un contexto de temperaturas récord y fenómenos extremos cada vez más destructivos, la COP29 se perfila como una plataforma decisiva donde gobiernos, empresas y sociedad civil buscarán un mayor compromiso y financiamiento para frenar esta crisis.
¿Qué es la COP29?
La COP29 es la conferencia climática anual más importante del mundo, donde casi 200 países se reúnen para negociar estrategias y compromisos que den solución a la crisis climática. Este año, con los efectos del cambio climático intensificándose, se espera que los países miembros actualicen sus contribuciones determinadas a nivel nacional, que deberán presentarse oficialmente en 2025. Esta actualización es vital para reducir emisiones de gases de efecto invernadero y cumplir con los objetivos del Acuerdo de París de limitar el calentamiento global a menos de 1,5 °C respecto a niveles preindustriales.
La COP29 llega tras el cierre reciente de la COP16 sobre biodiversidad en Cali, Colombia, donde la falta de consenso impidió un acuerdo económico de protección ambiental para 2030. Uno de los elementos decisivos de esta nueva cumbre será la revisión del Nuevo Objetivo Colectivo Cuantificado (NCQG) del Acuerdo de París, que plantea una meta financiera para apoyar a los países en desarrollo a partir de 2025. El objetivo actual de 100.000 millones de dólares anuales se considera insuficiente y tanto naciones en desarrollo como grupos ecologistas han solicitado un incremento significativo, hasta alcanzar el billón de dólares, a través de fondos exclusivamente públicos. Por su parte, la mayoría de los países desarrollados y la UE apuestan por un enfoque híbrido, con financiación pública apoyada con fondos privados.
La reciente dana en Valencia, que estudios vinculan con el cambio climático, ha dado mayor urgencia a estas discusiones.
La cumbre contará con la participación del presidente español, Pedro Sánchez, quien asistirá a una mesa redonda sobre financiación climática y presentará un informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS) sobre los efectos del cambio climático en la salud. Además, una delegación estadounidense, aún bajo la administración de Biden, estará presente, pese a que el reciente triunfo electoral de Donald Trump pone en duda el futuro compromiso del país con el Acuerdo de París. No estarán presentes, sin embargo, el presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva, por una lesión; pero será el anfitrión el año que viene, en la COP30. Tampoco puede acudir el rey Carlos III, de Reino Unido, por su tratamiento contra el cáncer. Vladimir Putin, a su vez, estará representado por el primer ministro Mikhail Mishustin. Ni el primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, ni el primer ministro indio, Narendra Modi, ni el australiano, Anthony Albanese, o los presidentes de China, Xi Jinping, y Sudáfrica, Cyril Ramaphosa, acuden en esta ocasión a la cumbre climática. Aun así, La COP29 espera una participación de entre 40.000 y 50.000 asistentes y este año también contará con la primera participación de una delegación de Afganistán, liderada por representantes del gobierno talibán.
Tema central en Bakú
A lo largo del último año, el mundo ha sido testigo de eventos meteorológicos extremos: huracanes devastadores en el Caribe, incendios en Sudamérica, sequías en la Amazonía y tifones en Asia. Estos fenómenos han dejado un saldo de destrucción y pérdidas multimillonarias, lo que pone de manifiesto la necesidad urgente de abordar el cambio climático. De hecho, un informe reciente advierte que, sin acciones inmediatas, el aumento de temperatura mundial podría alcanzar entre 2,6 y 3,1°C para fin de siglo, lo que desencadenaría efectos aún más catastróficos.
La economía global y el cambio climático
En paralelo con la COP29, la ONU y el G20 han solicitado una reestructuración de la arquitectura financiera global, reconociendo que muchos países en desarrollo enfrentan una carga de deuda que obstaculiza sus esfuerzos climáticos. Las discusiones también se enfocarán en los mercados de carbono, la eliminación gradual de combustibles fósiles y la adopción de energías renovables, impulsando una transición hacia economías bajas en carbono.
El secretario general de la ONU, António Guterres, ha hecho un llamado a que el sistema financiero internacional priorice la inversión en energía limpia y sostenibilidad. En un momento en el que la energía eólica y solar son opciones más accesibles, se espera que estas energías limpias impulsen empleos y desarrollo en aquellas economías que decidan abrazar esta transición.
El futuro de las COP y la esperanza de acción colectiva
Desde su primera edición en Berlín en 1995, las COP han sido un foro esencial para la negociación y la acción climática. En 2015, durante la COP21, el Acuerdo de París inició una hoja de ruta para limitar el calentamiento global, marcando un hito en la historia de las negociaciones climáticas. Cada año, las COP representan una oportunidad para fortalecer los compromisos internacionales, pero no sin desafíos.
Las expectativas para Bakú son altas: la COP29 podría representar un paso significativo en la acción colectiva hacia una transición ecológica global y la mitigación de fenómenos climáticos extremos. En medio de esta lucha compartida, queda claro que el éxito depende de la cooperación, el financiamiento y el cumplimiento de compromisos ambiciosos por parte de todos los sectores.