Claves del día: Promesa de Putin, precipicio de beneficios empresariales e histórico riesgo bursátil
Vladimir Putin reaparecía ayer tras el intento de rebelión en Rusia que ha centrado la actualidad en los últimos días: a los insurrectos los ha tratado de traidores y les da una doble opción, alistarse en el ejército ruso o volver con sus familias, pero no quiere ya el presidente ruso que sigan yendo por libre como grupo de mercenarios. Así lo vemos hoy en las Claves del día con Jose Vizner, que recuerda que la pregunta en Occidente es clara: ¿se ha jugado con todo esto una carta para desestabilizar a Rusia? John Kirby, secretario de Defensa del Departamento de Defensa de los Estados Unidos, aclaraba ayer que EEUU no ha tenido parte en ninguno de los acontecimientos encabezado por Prigozhin, mientras Biden se excusaba incluso antes de ser preguntado por el punto. Sin embargo, lo que ha dejado más comentarios en torno al presidente de los Estados Unidos es la broma de Joe Biden lanzando al aire la gracia de que “ha vendido secretos de estado”, una mofa que se hace incomprensible por parte de un presidente de los Estados Unidos en un contexto de guerra fría donde la preocupación geopolítica es creciente.
En el contexto financiero, Wall Street se prepara para el segundo mayor recorte de beneficios empresariales de la historia, solo superado por la pandemia. Y Mike Wilson advierte también: el riesgo bursátil es mayor que nunca. Mientras China ve el daño en el conjunto de su economía ante un amenazante decapling que llega de EEUU y países del G7 mientras la debilidad del gasto del consumidor profundiza en el pesimismo sobre su economía que, no obstante, goza de una salud muy superior a la de los países occidentales.
Por su parte, la debilidad del gasto del consumidor en China profundiza en el pesimismo sobre su economía. Aunque ya quisiera Occidente coger un crecimiento económico superior al 5%. En esa relación China-Occidente, Li Qian ha advertido que China debe estar contra la politización de esas economías de Occidente, EEUU y países del G7, que plantean de manera interesada la reducción de las dependencias, ese derisking, decoupling, que según el ministro chino solo va a traer problemas y daños al conjunto de la economía.