Claves del día: ¿Nueva era en la OTAN?, la economía se deshace y miedo nuclear a Irán
El nuevo Secretario General de la OTAN, Mark Rutte se pone a la cabeza del Tratado Atlántico Norte sustituyendo a Jens Stoltenberg en su primer discurso. Ahora la OTAN se enfrenta a un posible cambio ante este nuevo cambio de orden y época, un cambio que empezó hace dos años con la guerra. Rutte da los primeros pasos en la OTAN en un momento crucial de amenaza a la OTAN y EEUU tanto en geopolítica y economía. China parece ser la opción para el Sur Global y el papel de la OTAN es mostrarles que se puede seguir en el orden actual y esta es la labor de Rutte.
Alemania ha anunciado que no espera crecimiento económico para 2024, anticipando un estancamiento o incluso una ligera contracción. Al mismo tiempo, el nuevo primer ministro de Francia, Barnier, ha comunicado a su gabinete que planea una importante subida de impuestos, que podría oscilar entre 16.000 y 20.000 millones de dólares, con el objetivo de frenar el aumento de la deuda. Esta medida podría colocar a Francia en una situación de crecimiento similar a la de Alemania. Además, el sector automovilístico europeo, con empresas como Stellantis y Aston Martin emitiendo “profit warnings”, refleja la desaceleración de la economía, especialmente en Alemania.
En un momento donde la economía en la nube destaca mientras la economía real se deshace. Ayer, el secretario de la FED, Jerome Powell hablaba del mercado laboral como motor de la economía. La presidenta del BCE, Lagarde también afirmaba que la inflación general había bajado y se espera que la de septiembre caiga más por la caída de los precios energéticos.
The Economist dice que “Después de la decapitación de Hezbolá, Irán podría competir por una bomba nuclear”. En un entorno en el que el aliado de Irán -puesto que él no tiene esa capacidad nuclear- es Rusia -quien sí la tiene. De esta manera, la amenaza no sería a través de milicias, sino de un entorno donde Rusia podría apoyar a Irán. A su vez, “El régimen clerical asediado podría sentir la necesidad de una disuasión más fuerte”, comenta The Economist.