Claves del día: El masterplan oculto de Trump, Europa y Ucrania en jaque, y la partida de Putin
Financial Times comenta que el director general de Defensa afirma que Europa está relegada a la mesa de “los niños en las conversaciones de paz en Ucrania”. Añade que las décadas de falta de inversión en el ámbito militar han dejado a la región aislada en las negociaciones entre EEUU y Rusia, afirma el directo de Rheinmetall. El problema de Europa es que siempre se piensa que no va tener problemas. Si hubiera ganado Kamala Harris, hubiera tenido el apoyo total de EEUU, sin embargo, no es así.
En este sentido, y en el contexto de la guerra de Ucrania, Zelensky apoyaba a que Europa se sentara en la mesa de negociación. “La unión europea, Turquía y gran bretaña deben participar en las conversaciones”, comentaba el presidente de Ucrania. En este entorno, la OTAN ha reconocido que Estados Unidos podría retirar algunas de sus tropas de Europa sin abandonar completamente la alianza. Así lo ha declarado Giuseppe Cavo Dragone, presidente del Comité Militar de la OTAN, en una entrevista publicada por Bloomberg.
Yanis Varoufakis comenta que es el mejor momento para Trump para cumplir su mandato de hacer América más grande y dejar a China como segundo lugar. El artículo es maravilloso para entender el verdadero plan de Trump: el dólar. Y es que, en un entorno en el que la moneda americana parecía debilitarse, ahora, para Trump, el dólar es la herramienta para reducir la inflación, reducir el movimiento sobre el déficit comercial y la deuda de EEUU.
En resumen, Varoufakis comenta que, cómo la estrategia de Trump ha girado en torno al dólar y a su papel como moneda de reserva. Según Varufakis, Trump ha entendido que un dólar fuerte ha perjudicado la manufactura estadounidense y ha impulsado un modelo económico que ha permitido a otros países acumular reservas en dólares sin que su valor se ajuste de manera adecuada.
Trump considera que el estatus del dólar como moneda de reserva mundial ha afectado la manufactura estadounidense, permitiendo a otros países acumular grandes reservas de dólares sin que su valor se ajuste adecuadamente. Esto, según su visión, ha debilitado sectores clave como la automoción. Para contrarrestar esta situación, su estrategia incluye la imposición de aranceles como una herramienta de presión económica.
Si bien los aranceles por sí solos no reducirán el déficit comercial, Trump los considera una forma de presionar a los bancos centrales extranjeros para que reduzcan sus tasas de interés. Al disminuir los tipos de interés en otros países, las exportaciones a Estados Unidos se encarecerían, lo que podría ayudar a reducir la inflación en EEUU. Este efecto ya ha comenzado a observarse en Europa, donde el Banco Central Europeo ha reducido tasas en respuesta a estos movimientos.