Claves del día: El dilema de Putin; Francia y Alemania, divorcio total y el software espía de Europa
Vemos esta mañana, en las Claves del día, con Jose Vizner, cómo la fotografía de la guerra de Ucrania y lo acontecido este fin de semana en torno a la rebelión en Rusia que se frustró cuando el grupo Wagner estaba ya a tan solo 200 kilómetros de Moscú por un acuerdo entre su líder, Yevgueni Prigozhin, y el presidente de Bielorrusia, Aleksandr Lukashenko, en una jornada de dudas sobre cuál es ahora la posición del presidente ruso, Vladimir Putin, y si el cisne blanco de la paz en Ucrania ya está más cerca a raíz de los acontecimientos cercanos a golpe de Estado en torno al gobierno ruso, donde el ministro de Defensa, Shoigu, podría ser destituido en las próximas horas y sustituido por Dyumin, tras las peticiones de Prigozhin por las críticas a la estrategia bélica oficial en Ucrania. La figura de Putin queda ahora pendiente de dos posibles salidas: la demostración de fuerza frente a ese levantamiento del fin de semana, o el planteamiento de que Putin ha tratado de evitar una segunda ‘Revolución Rusa’ con derramamiento de “sangre hermana”, y la fortaleza de Putin también en torno a la cesión a las peticiones de Prigozhin una vez que este renunció a continuar hasta Moscú y ha sido exiliado a Bielorrusia. Por su parte, Zelensky pide más armas a Biden mientras Rusia entra en conversaciones con China y Corea del Norte. Mientras, se analiza si todo esto que supondría la inestabilidad política de Rusia podría ser el detonante para un inicio del camino hacia la paz, hacia un cisne blanco inminente que comenzaría con una mesa de negociación para alcanzar el ansiado acuerdo de paz Rusia-Ucrania.
En este mismo contexto de la guerra de Ucrania, en Europa, pasadas las maniobras de la OTAN sobre cielo alemán, ahora se levantan las ampollas y la disputa en torno al escudo antimisiles europeo, Skyshield air-defence: Alemania ha dejado de lado a Francia, cosa que ha levantado el escándalo, y tirará de armamento de EEUU y de Israel, así como del alemán. El escudo de misiles, pues, constará de materiales bélicos de países de fuera de Europa para proteger militarmente a la propia Europa. Esto, lógicamente, ha disgustado a Francia enormemente.
Y, también en Europa, aunque ya en otra clave, vemos a Ursula Von der Leyen, que mantiene su ansia totalitaria, ahora con el intento de implantar un software que podría espiar a los periodistas europeos y conocer cuáles son sus fuentes directas: un avance más de la presidenta de la Comisión Europea hacia ese totalitarismo a través del control total defendido por la seguridad de los europeos mientras se funden de un plumazo las libertades, en este caso, de libertad de prensa y de expresión, siempre con el pretexto último del bien de los ciudadanos.