Claves del día: Biden se puede arrepentir, el Bizum de la Fed y Europa y guerra perpetua en Ucrania
Biden centra las miradas esta mañana en que presume de Bidenomics y se ríe de la recesión, unas normas y mofas que podrían salirle caras a Biden si, como dicen alguno analistas, la bomba de la crisis económica estalla en el primer semestre de 2024, solo unos meses antes de las elecciones presidenciales en Estados Unidos. Si la economía, pese a los buenos augurios de Biden y su sacar pecho ante una inflación que, según afirma el presidente de los Estados Unidos, es la más baja de los países con economías más fuertes, empieza a deteriorarse y no termina de recoger el empuje que prevé Joe Biden, podría pasarle factura a Biden y llevarle al ostracismo político justo al final de la carrera presidencial en la que se presenta como candidato a repetir legislatura en el gobierno del país. Precisamente, en una jornada en que en medio de las risas de Biden, el ex presidente del Banco de Inglaterra advierte de que los excesos de liquidez y el resto de errores de los bancos centrales nos están empujando hacia una recesión dura. Y, hablando de bancos centrales, mientras la economía mantiene la incertidumbre debido a la mezcla de buenas y malas noticias, la Reserva Federal tiene cada vez más avanzada su CBDC, la FedNow: el nuevo paso es la implantación de un sistema Bizum para los pagos a través de moneda digital controlada por ellos, por la Fed. Un avance más en los mecanismos de control que no se dan solo en uno de los bloques económicos globales: Rusia anuncia también el lanzamiento de su rublo digital. Una Rusia en la que sigue estando centrada la mirada internacional y geopolítica por el aumento de las tensiones en torno al Mar Negro y el acuerdo del cereal en una guerra de Ucrania que para Europa parece ser perpetua: el mensaje de Josep Borrell, Alto Representante de Asuntos Exteriores de la Unión Europea, hablando de que las ayudas armamentísticas a Ucrania se repartirán en los próximos cinco años hace pensar en que la previsión del fin de la misma no está cerca para Europa, pese a las mediaciones que intentan llevar a cabo la ONU o Turquía.