China ha revelado un paquete fiscal de 10 billones de yuanes (equivalente a 1,4 billones de dólares) para apoyar su economía, que atraviesa un periodo de desaceleración. Este impulso financiero llega en un momento clave, ya que se anticipan posibles tensiones comerciales con Estados Unidos, tras la elección de Donald Trump, quien ha prometido endurecer las políticas comerciales con Pekín.
La estrategia anunciada por el Ministerio de Finanzas, encabezado por Lan Fo’an, permite que los gobiernos locales, muchos de los cuales enfrentan altos niveles de deuda, emitan 6 billones de yuanes en bonos nuevos durante los próximos tres años. Además, se han reasignado otros 4 billones de yuanes en bonos previamente planificados, los cuales se usarán en un plazo de cinco años para reestructurar las finanzas locales.
Aunque no se anunciaron medidas específicas para incentivar el consumo interno, el gobierno está evaluando iniciativas adicionales para recapitalizar grandes bancos, adquirir propiedades inmobiliarias incompletas y estimular el gasto de los consumidores. Este paquete fiscal, sin embargo, ha causado una rápida caída en el valor del renminbi, que se depreció un 0,4% frente al dólar estadounidense, situándose por debajo de los 7,17 yuanes por dólar. Además, el Banco Popular de China fijó su tasa de cambio diaria en su nivel más bajo desde noviembre, coincidiendo con el repunte del dólar tras la victoria electoral de Trump.
Alivio de la deuda y perspectivas de nuevas tensiones comerciales
Este paquete de alivio de deuda se suma a las medidas de estímulo monetario ya aplicadas por el Gobierno en septiembre, las cuales incluyeron recortes en las tasas de interés y un respaldo a los mercados de valores e inmobiliario. Sin embargo, los economistas advierten que China debe resolver varios desafíos internos, como la prolongada crisis en el sector inmobiliario, que ha erosionado los ingresos de los hogares y las finanzas de los gobiernos locales. Estas tensiones podrían amplificarse si la administración de Trump implementa los aranceles anunciados, lo que podría reducir el crecimiento del PIB de China, según expertos, justo en un momento de vulnerabilidad económica.
El sector manufacturero y exportador: un respiro para la economía
En un año marcado por la debilidad en la demanda interna, las exportaciones y la industria manufacturera de China han sido puntos destacados, permitiendo a Pekín acercarse a sus objetivos de crecimiento. Sin embargo, el panorama para estos sectores podría complicarse con las nuevas políticas comerciales de Estados Unidos. Analistas sugieren que China podría ampliar su apoyo a la economía una vez que se clarifiquen las intenciones de la administración estadounidense.
Primeras señales de recuperación económica
Las recientes medidas monetarias implementadas han comenzado a mostrar efectos en la economía, con indicadores de recuperación en sectores clave. Ciertos indicadores, como el índice de gerentes de compras de octubre, muestran una mejora en la demanda interna. Asimismo, las ventas de viviendas y los precios de las acciones han registrado incrementos, mientras el PMI oficial ha comenzado a recuperarse.
La aceleración en la emisión de bonos para el gasto fiscal, que había estado paralizado anteriormente, también sugiere un impulso significativo en las finanzas locales. El gobierno confía en que estas medidas continúen fortaleciendo la economía, al menos mientras evalúa otras estrategias para enfrentar los desafíos que planteará la administración de Trump.