MADRID, 15 (EUROPA PRESS)
Las subidas del salario mínimo interprofesional (SMI) aprobadas por el Gobierno desde 2018 causaron la desaparición de un total de 217.500 empleos, según un estudio que de la Confederación Española de la Pequeña y de la mediana Empresa (Cepyme) difundido este jueves, a pocos días de que el Ejecutivo decida cuánto aumentará esta renta mínima para 2023.
En concreto, Cepyme señala en su informe que el incremento del 35,9% que ha experimentado el SMI a partir de 2018, desde los 735,9 euros mensuales a los 1.000 euros actuales, ha generado la destrucción de 71.600 puestos de trabajo y evitado la creación de 145.900 empleos.
A luz de estos datos, Cepyme ha alertado de las “nocivas consecuencias” que tendría una nueva subida del SMI para el tejido empresarial, especialmente para las pymes, “especialmente en un contexto en el que los costes de las empresas llevan subiendo varios trimestres consecutivos por encima del 20%, mientras que las ventas se desaceleran”.
Cepyme ha denunciado que elevar el SMI implica además una nueva subida de cotizaciones y, en este sentido, recuerda que las bases mínimas de cotización han subido cerca de un 40% desde 2018. “Y con la nueva subida del SMI sumarán un incremento del 46% desde ese año”, apunta.
“Los incrementos no moderados del salario mínimo inciden en el empleo, especialmente en los trabajadores con menor cualificación, perjudicando sobre todo a los profesionales más vulnerables. De hecho, la subida del SMI del 35,9% en los últimos cuatro años provocó un fuerte freno en el empleo de las tareas elementales”, argumenta Cepyme.
Según la patronal de las pymes, durante este periodo, la tasa de creación de empleo en tareas elementales se ralentizó hasta el 2,8%, frente a la tasa del 13,4% registrada entre 2013 y 2018.
Cepyme avisa además de que nueve de cada diez empleos destruidos por el alza del salario mínimo estaban ocupados por mujeres.
La organización empresarial ha subrayado que, según el artículo 27 del Estatuto de los Trabajadores, a la hora de determinar la subida del SMI deben tenerse en cuenta varios factores además de la evolución del IPC, como la situación económica y del empleo y la productividad.
En este punto, Cepyme ha advertido de que la productividad de las pequeñas y medianas empresas se ha reducido “considerablemente” desde 2017, con un descenso acumulado del 7,5% desde entonces hasta 2021.