MADRID, 6 (EUROPA PRESS)
Cepsa ha realizado con éxito la primera prueba en España de biocombustibles avanzados en uno de los barcos que utiliza la compañía, el Montestena, propiedad de Ibaizabal, durante varias semanas de navegación, informó la compañía.
De esta manera, la multienergética indicó que “refuerza su posicionamiento como referente de la transición energética y líder nacional en el suministro de energía al transporte marítimo”, un mercado en el que cuenta con más de 90 años de experiencia y presencia en más de 60 puertos de la geografía española.
En concreto, Cepsa ha querido probar la eficacia de este biocombustible, producido a partir de aceites usados (con certificado de origen sostenible de ISCC) y combustible de muy bajo azufre (VLSFO, por sus siglas en inglés), en su propia flota antes de comenzar a comercializarlos a sus clientes.
El biofuel utilizado en la prueba fue cargado en la planta de Bioenergía de Cepsa, situada en el Parque Energético San Roque (Cádiz), y suministrado por una de las embarcaciones que la compañía utiliza en sus operaciones de ‘bunkering’ en la bahía de Algeciras.
Previamente la empresa había sometido este biocombustible a análisis y ensayos en su centro de investigación para verificar que cumple con todas las especificaciones y estándares de calidad. Los resultados de esta prueba han demostrado un óptimo funcionamiento y rendimiento de los motores.
El director de Bunker de Cepsa, Carlos Giner, destacó que esta prueba “confirma la seguridad y viabilidad técnica del empleo de biocombustibles avanzados en el transporte marítimo, un sector que tiene la ambición de descarbonizarse y para el que estamos preparados para abastecer de estos nuevos combustibles sostenibles”.
“En Cepsa, ponemos toda nuestra experiencia para que los biocombustibles sean una alternativa sostenible del presente, avanzando en paralelo en nuevas tecnologías que permitan descarbonizar este sector en el futuro, como el amoniaco verde, el e-metanol o el biogás”, añadió.
Por su parte, el director de Biocombustibles de Cepsa, afirmó que “esta solución demuestra al mercado que los biocombustibles de segunda generación se pueden usar como combustible directo para ayudar a la industria a cumplir sus objetivos de reducción de emisiones, y que su implementación es viable en el corto y medio plazo”.
El biocombustible se puede utilizar en los buques sin realizar modificaciones y tiene como característica que está prácticamente libre de óxido de azufre (SOx) y con un elevado potencial de reducción de las emisiones de CO2 frente a los combustibles fósiles habituales.
Este avance se enmarca en el plan estratégico 2030 de Cepsa, ‘Positive Motion’, mediante el que la compañía impulsa la descarbonización del transporte pesado (marítimo, aéreo y por carretera) a través de la producción de moléculas verdes, principalmente biocombustibles e hidrógeno verde.
En concreto, la energética aspira a liderar en 2030 la fabricación de biocombustibles en España y Portugal, con una producción anual de 2,5 millones de toneladas.