La Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE) ha señalado este viernes, tras conocer los datos de repunte del Índice de Precios al Consumo (IPC) del 2,2% en abril desde el 1,3% de marzo, que esta subida responde al aumento de los precios de la energía influidos por las tensiones en el mercado de petróleo.
La patronal ha advertido de que se espera que, en los próximos meses, el petróleo continúe presionando “sensiblemente al alza” la inflación, para posteriormente ir amortiguando su influencia sobre el IPC general.
Además, de cara a los próximos meses, a pesar del comportamiento adverso de los precios de las materias primas y en especial del petróleo, el hecho de que la inflación subyacente siga en niveles muy bajos (0,0%), será un factor moderador de la inflación a medio plazo.
En concreto, la inflación subyacente de este mes de abril disminuye tres décimas, hasta el 0,0% interanual. Analizando sus componentes, se observa que se mantienen en tasas muy reducidas, según ha apuntado la patronal.
Así, los precios de los servicios retroceden cuatro décimas y se sitúan en terreno negativo (-0,4%), registrando la caída más pronunciada de su serie histórica; los precios de los bienes industriales sin productos energéticos aumentan una décima su tasa de variación hasta el 0,4%; y los alimentos con elaboración, bebidas y tabaco recortan tres décimas su variación interanual hasta el 0,3%.
Los precios de los alimentos sin elaboración reducen drásticamente su tasa de variación interanual hasta el 0,2% (en marzo el 2,6%), debido fundamentalmente a un efecto base, ya que en abril de 2020 aumentaron un 6,7%. Las mayores subidas respecto al mismo mes de 2020 se concentran en la carne de ovino y aceites y grasas, mientras que los descensos más acusados se registran en carne de porcino, patatas y cereales.