Corea del Sur enfrenta uno de sus momentos más tensos en décadas tras la sorpresiva declaración y rápida anulación de la ley marcial por parte del presidente Yoon Suk Yeol. Este evento ha desatado una crisis política de gran envergadura, sacudiendo tanto los mercados financieros como la estabilidad del gobierno en la cuarta economía más grande de Asia.
El Partido Popular (PPP) de Corea del Sur se ha opuesto formalmente al impeachment del presidente Yoon Suk-yeol tras un controvertido intento de declarar la ley marcial. En una reunión celebrada a última hora de la noche del miércoles, los legisladores del PPP acordaron rechazar la moción de impeachment, según los medios locales.
Antes, en medio de la agitación política, el ministro de Defensa, Kim Yong-Hyun, presentó su renuncia tras las críticas generalizadas al manejo por parte de la administración de la declaración de la ley marcial.
El impacto de la ley marcial y la reacción inmediata
El martes por la noche, Yoon anunció en un discurso televisado que declaraba la ley marcial para proteger al país de “fuerzas antiestatales” y simpatizantes norcoreanos, aunque no ofreció pruebas específicas. La medida incluyó la prohibición de actividades políticas, censura mediática y el despliegue de tropas armadas en el Parlamento.
La respuesta fue rápida y contundente. Legisladores de todos los partidos se movilizaron para rechazar la medida, aprobando por unanimidad una moción para anularla solo horas después de su promulgación. En las calles, miles de manifestantes se enfrentaron a las fuerzas de seguridad, exigiendo la renuncia del presidente.
Ante la presión, Yoon revirtió la declaración, pero las consecuencias políticas fueron inmediatas: seis partidos de la oposición, incluido el principal Partido Democrático, presentaron una moción para destituirlo, acusándolo de traición. Mientras tanto, varios miembros de su gabinete ofrecieron su dimisión y dentro de su propio partido surgieron divisiones, con llamadas a destituir al ministro de Defensa y reformar el liderazgo.
Incertidumbre política y constitucional
El proceso para destituir a Yoon ya está en marcha. Según la ley surcoreana, el Parlamento necesita una mayoría de dos tercios para aprobar el impeachment, después de lo cual el Tribunal Constitucional debe ratificarlo con el voto favorable de al menos seis jueces. Sin embargo, las vacantes en el tribunal generan dudas sobre cómo proceder en este escenario.
Si la moción prospera, el primer ministro Han Duck-soo asumiría la presidencia interina mientras se organizan elecciones dentro de 60 días. Este contexto recuerda al caso de la expresidenta Park Geun-hye, cuyo juicio político en 2017 duró tres meses hasta resolverse, dejando al país en un estado de incertidumbre prolongada.
Repercusiones en los mercados y la economía
La crisis también ha afectado a los mercados financieros de Corea del Sur. Inicialmente, el índice bursátil Kospi cayó un 1,4%, y el won coreano perdió un 1,3% frente al dólar, acercándose a su nivel más bajo en dos años. Sin embargo, las intervenciones del Banco de Corea y el Ministerio de Finanzas ayudaron a estabilizar la situación. El gobernador del Banco de Corea, Rhee Chang-yong, expresó su alivio de que los efectos hayan sido efímeros, mientras que el vicegobernador Park Jongwoo aseguró que se inyectará liquidez ilimitada en los mercados para garantizar la estabilidad.
Las empresas también han tomado medidas preventivas. Grandes corporaciones como LG Electronics y Naver Corp recomendaron a sus empleados trabajar desde casa, mientras que las ventas de productos esenciales, como alimentos enlatados y agua embotellada, se dispararon debido a la incertidumbre.
Una crisis con ecos internacionales
La agitación política ha tenido repercusiones más allá de las fronteras surcoreanas. Estados Unidos, que mantiene una presencia militar significativa en el país, instó a la calma y reafirmó su compromiso con la estabilidad regional. La OTAN, por su parte, aseguró que monitorea de cerca la situación, destacando la importancia estratégica de su relación con Seúl.
Eventos diplomáticos clave también se han visto afectados. El primer ministro de Suecia pospuso su visita a Corea del Sur y un grupo de legisladores japoneses canceló un viaje programado. Además, se pospusieron ejercicios militares conjuntos entre Corea del Sur y Estados Unidos, reflejando la sensibilidad del momento.
El futuro político de Yoon
Desde su elección en 2022, Yoon Suk Yeol ha enfrentado bajos índices de popularidad, que actualmente rondan el 20%. Su partido sufrió una derrota significativa en las elecciones parlamentarias de abril, lo que dejó al gobierno en una posición débil frente a una oposición fortalecida. Ahora, con peticiones para que renuncie y divisiones dentro de su partido, el futuro político de Yoon pende de un hilo.
Aunque logró evitar un caos mayor al revertir rápidamente la ley marcial, el daño a su liderazgo ya está hecho.