MADRID, 4 (EUROPA PRESS)
El presidente de la Autoridad Bancaria Europea (EBA, por sus siglas en inglés), José Manuel Campa, ha afirmado este martes que su institución prevé que la ratio de morosidad aumentará en el largo plazo, aunque ha descartado que vaya a dispararse a “niveles dramáticos”.
Campa ha sido el encargado de clausurar el V Foro de Banca organizado por el diario ‘ElEconomista’, donde se han dado cita algunos de los principales directivos del sector, así como el gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos.
El presidente de la EBA ha destacado que la situación bancaria europea es “buena”, con una ratio de solvencia CET1 del 15% de media y una ratio de cobertura del 170%, por encima del requerimiento del 100%.
Además, la ratio de provisiones “continúa bajando”, con un 1,8% de media, un hecho que “sorprende gratamente” a la EBA. “Llevamos dos años equivocándonos”, ha comentado, si bien ha augurado que podría volver a equivocarse, ya que la previsión que maneja la institución es que esta ratio aumente en los próximos años, al igual que la ratio de mora.
Al respecto, ha explicado que ya existían ciertos riesgos en la pandemia de Covid-19, que fueron mitigados gracias a las medidas fiscales implementadas por los gobiernos de la Unión Europea (UE). Sin embargo, ahora se une la crisis energética que, para la EBA, supondrá “incrementos en la mora a largo plazo”, a pesar de que no prevén que alcance “niveles dramáticos”.
Sobre la subida de tipos, ha indicado que en el corto plazo será positiva para el sector bancario europeo, aunque ha mostrado sus reservas del impacto en el medio y largo plazo, debido a que el efecto positivo de estos incrementos se puede ver contrarrestado por la elevada inflación y por las incertidumbres macroeconómicas.
También ha indicado otros riesgos a corto plazo, como la volatilidad de los mercados financieros o los desequilibrios que se pueden producir en el sector inmobiliario, especialmente en el nórdico y en el centroeuropeo, donde ya se han registrado “incrementos sustanciales” de precios y del crédito hipotecario.
Por otro lado, se ha referido a tres riesgos estructurales y a largo plazo, como son la ciberseguridad y la adaptación del sector al reto tecnológico, el cambio climático y la unión bancaria. Sobre el primero, se ha referido como el “mayor riesgo” al que se enfrenta el sector, debido a la posibilidad de ataques procedentes de instituciones “semioficiales”, si bien ha indicado aún “no se ha materializado”.
Sobre el segundo, ha hecho referencia al verano que acaba de terminar y que “ha sido malo”. “Ha hecho mucho calor y eso afecta a las vidas de los ciudadanos y a la economía”, señalando el impacto de los incendios o sobre la agricultura y el transporte.
Por último, ha animado a continuar con la Unión Bancaria, que “está inacabada” y “no se puede dar por descontada”. Ha advertido de que continúa habiendo fragmentación en el sector bancario europeo y ha llamado a evitar construir la unión al tiempo que se siguen creando bancos locales.