MADRID, 27 (EUROPA PRESS)
El presidente de la Autoridad Bancaria Europea (EBA, por sus siglas en inglés), José Manuel Campa, ha afirmado este martes que el sector bancario prevé un incremento de la morosidad y del perfil de riesgo de ciertas actividades dañadas por la crisis de la Covid-19, así como un proceso de reestructuración en ciertas actividades económicas.
El presidente de la EBA ha asegurado, en un encuentro digital con socios del Consejo Empresarial Alianza por Iberoamérica (CEAPI), que una vez se haya producido la recuperación, se plantearán varias actuaciones, como identificar los sectores económicos que hayan sido dañados de forma directa y cuya viabilidad a medio y largo plazo sea cuestionada.
“Eso requiere de un ajuste que sabemos que es doloroso, con un componente de reestructuración de la actividad productiva y con medidas de apoyo a esa transición hacia otras actividades económicas”, ha señalado.
Para este proceso, Campa sostiene que el sector bancario deberá realizar una labor selectiva y prevé el incremento de préstamos morosos y del perfil de riesgo de ciertas actividades dañadas por la Covid-19. “Habrá que absorber eso y ‘digerir’ esos préstamos morosos y esa reestructuración”, ha señalado.
También cree que se tendrán que identificar las empresas que se han visto afectadas, pero que aún tienen modelos de negocio viables. Esas firmas, ha explicado, seguirán adelante, pero si se encuentran en situaciones de apalancamiento o endeudamiento excesivo se requerirá que acometan una reestructuración.
El próximo mes de julio se publicarán los resultados de los análisis de los test de estrés que realiza la EBA y que darán información sobre la capacidad de cada banco de hacer ese ejercicio con sus carteras.
“Nuestra percepción es que los bancos tienen capacidad para hacer eso y que deben hacerlo cuanto antes para ayudar a esa transformación de las empresas, y que los impactos de la crisis destruyan el menor capital productivo empresarial posible”, afirma Campa.
RETOS DE LA BANCA TRAS LA CRISIS DEL COVID-19
En cuanto al papel del sector bancario durante la crisis generada por la Covid-19, Campa sostiene que la normativa generada tras la crisis financiera de 2008 ha permitido que hayan podido “seguir funcionando de forma relativamente normal cuando la pandemia entró en su fase más crítica”, atentiendo a sus clientes y canalizando algunas de las políticas excepcionales que han aportado liquidez.
“En esta ocasión, la banca ha sido capaz de contribuir a la resolución y no de multiplicar el ciclo de la crisis”, ha añadido.
En cuanto a los retos que tiene el sector, Campa ha planteado la baja rentabilidad, la reestructuración y la transformación digital. En concreto, ha apuntado a la reestructuración operativa para solucionar el reto de rentabilidad que tiene el sector en un contexto de bajos tipos de interés y de poco crecimiento del crédito desde hace siete u ocho años. “La situación requiere reestructuraciones, mejora de la eficiencia, mejora de costes y mejora de oferta de producto a los clientes”, ha señalado.
Ha afirmado, igualmente, que la banca “tiene que ajustarse de forma más dinámica” a las oportundidades que ofrece la digitalización, al tiempo que ha alertado sobre las posibilidades de que se multiplique el crimen financiero, y ha remarcado la importancia que para Europa tiene la sostenibilidad, “la prioridad económica número uno a medio y largo plazo”.