MADRID, 26 (EUROPA PRESS)
El presidente de la Autoridad Bancaria Europea (EBA), José Manuel Campa, considera que limitar cuantitativamente las remuneraciones de los banqueros mediante la introducción de topes no es una medida de política económica natural, mientras que ha defendido la posibilidad de establecer limitaciones estructurales a través de la forma en que se pagan dichas retribuciones.
“La fijación de precios o poner topes de precios no es, en general, una medida de política económica natural (…) pero sí creemos, somos grandes creyentes, en la forma de la estructura de esa remuneración”, ha señalado el regulador bancario europeo en un acto organizado por Nueva Economía Fórum en Madrid.
Campa ha subrayado que la cuestión de establecer limitaciones cuantitativas a las retribuciones de los banqueros es un tema de Gobierno interno “y del mercado laboral de ejecutivos, que determinará un poco ese precio”, mientras que otra cosa son las limitaciones a la estructura en la que se pagan esos sueldos.
En este sentido, ha recordado que hay normas bastante estrictas, como la limitación de la cantidad de variables versus retribución fija, así como respecto de la duración, la composición de la remuneración variable y aspectos vinculados al riesgo, básicamente acciones de la compañía, así como que no sólo haya bonus, sino también malus. “De todo esto somos grandes creyentes”, ha afirmado.
REPARTIR LA ESTRUCTURA DE PODER
Por otro lado, Campa ha señalado que la preocupación del Banco Central Europeo (BCE), supervisor del sector bancario, respecto de las figuras de presidente y consejero delegado apunta a la concentración del poder de decisión exclusivamente en una persona o en un conjunto muy pequeño de personas.
“Yo creo que lo que preocupa es precisamente el que haya exceso de concentración de decisiones en una única persona”, ha señalado el presidente de la EBA, reconociendo que la estructura de gobernanza societaria difiere mucho entre los países de la zona euro.