Reitera que el Ejecutivo utilizará todos los instrumentos a su alcance para minimizar el impacto en el empleo
La vicepresidenta segunda y ministra de Asuntos Económicos y Transformación Digital, Nadia Calviño, cree que los dirigentes de las entidades financieras españolas han escuchado los mensajes del Gobierno y han mostrado “un cambio de actitud”, mostrándose así más abiertos a negociar los procesos de reestructuración con los sindicatos.
En cualquier caso, ha asegurado que el Ejecutivo español utilizará todos los instrumentos a su alcance para que el proceso de transformación del sector bancario español permita reforzar la solvencia de las entidades y contribuir al crecimiento económico del país con el menor coste en términos de reducción de empleo, cierre de oficinas y empeoramiento de la calidad de los servicios financieros.
Así lo ha manifestado durante la sesión de control del Senado, en respuesta al senador del Grupo Parlamentario Izquierda Confederal Joseba Koldibika Martínez Urionabarrenetxea, quien ha preguntado qué medidas concretas tomará el Gobierno para minimizar el impacto negativo de la fusión de Bankia y CaixaBank en el empleo, en el número de oficinas y en la recaudación de impuestos, teniendo en cuenta su condición de accionista de la entidad, a través del FROB, con una participación del 16,11%.
Calviño ha recordado que, para mantener su solvencia, el sector bancario lleva años inmerso en un profundo proceso de transformación que se ha visto motivado, además de por la pandemia del coronavirus, por fenómenos estructurales como la persistencia de los bajos tipos interés y la creciente competencia de nuevos entrantes en los mercados de servicios financieros.
Según ha explicado, mantener entidades solventes es “fundamental” para preservar la estabilidad financiera y el crecimiento económico, así como para que la banca juegue su papel de canalizar recursos al conjunto de la economía. “Tenemos todos el máximo interés en tener un sector financiero solvente, fuerte y que pueda jugar con plenitud ese papel, a diferencia de lo que ha ocurrido en crisis anteriores”, ha advertido.
Por ello, desde su equipo llegó al Gobierno ha instado a las entidades y al Banco de España a “ser proactivos y abordar un proceso de transformación que lograse reforzar la solvencia y la capacidad del sector para contribuir al crecimiento económico del país”.
Todo ello con el menor coste en términos de reducción del empleo, cierre de oficinas y disminución de la calidad de los servicios financieros que prestan las entidades, ha asegurado Calviño. “Esta preocupación la hemos expresado. Tenga usted la seguridad de que utilizaremos todos los instrumentos a nuestro alcance para seguir trabajando en esa dirección”, ha apostillado la ministra.
Calviño cree que estos mensajes trasladados por el Gobierno “han sido escuchados”. “Hemos visto un cambio de actitud y una mayor apertura por parte de los líderes de las entidades financieras. Se han mostrado más abiertos a negociar con los representantes de los trabajadores”, ha destacado.
“En definitiva, creo que entre todos tenemos que llevar claramente una política que garantice que las decisiones no solo se basan en la protección del interés de uno de los agentes interesados, como los accionistas, sino del interés general del conjunto de la sociedad. Y eso pasa también por defender el interés del conjunto de los trabajadores, de los clientes y de los ciudadanos españoles”, ha recalcado.