Los mercados bursátiles caen en todo el mundo por el desplome de las tecnológicas y el lujo, debido a las pesimistas perspectivas y malos resultados empresariales. El miércoles era el sector del lujo el que arrastraba las bolsas a la baja con LVMH a la cabeza, que publicó unos decepcionantes resultados del primer semestre. Este jueves el goteo continúa en el sector con Kering: el propietario de Gucci baja en bolsa hasta niveles de 2017 por sus cuentas, pero, sobre todo, por su débil previsión para el resto del año. Cayeron un -11% sus ingresos, su EBIT un -42,2% y su beneficio neto atribuido un -50,8%.
Por otro lado, las tecnológicas de todo el mundo caen replicando la bajada del Nasdaq en la sesión del miércoles, casi un -4%, la peor para el índice desde 2022, arrastrada por los resultados, de nuevo decepcionantes, de Alphabet y Tesla. Europa ha abierto con un -1% de caída como reacción a la bolsa americana, que perdía ayer varios billones de dólares. Los inversores se han trasladado a refugios tradicionales: los bonos a corto plazo; el franco suizo, que subió un 0,5%; y el yen, que se ha disparado a su máximo en dos meses y medio.
Las acciones chinas caen también ante la última operación del Banco Central de China, que, pese a que su objetivo era afianzar la economía del país, eso contribuyó a avivar la preocupación sobre el futuro de la segunda economía del mundo. Japón cayó más de un 3% arrastrado por el -11% de Nissan Motor, que presentó una pérdida de beneficio trimestral del -99%.
Se debilitan las ventas de automóviles en Europa, Japón y Estados Unidos; se desploman los mercados de materias primas; es una clara señal de debilitamiento de la demanda mundial de los consumidores, según publica Reuters.