El presidente del Banco de la Reserva Federal de San Luis, James Bullard, defendió en la última reunión de política monetaria del organismo que los tipos de interés lleguen hasta el 3% en 2022 como respuesta a la abultada inflación que está registrando Estados Unidos.
En una comunicado publicado este viernes en el que explica su voto discordante en la reunión que culminó el miércoles, Bullard considera que elevar los tipos hasta el 3% este año “ajustaría rápidamente los tipos de interés a un nivel más apropiado para las circunstancias actuales.
En 2020, como respuesta a la crisis provocada por el Covid-19, la Fed decidió bajar los tipos de interés hasta un rango de entre el 0% y el 0,25%, su nivel más bajo posible, ya que la Fed no contempla tipos negativos como sí lo hace el Banco Central Europeo (BCE).
El pasado miércoles, el Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC, por sus siglas en inglés), el organismo de la Fed que decide la política monetaria, acordó subir los tipos en 25 puntos básicos, hasta una horquilla de entre el 0,25% y el 0,50%. Bullard emitió un voto discordante, ya que aunque estaba a favor de la subida, apostaba por un alza de 50 puntos básicos.
Bullard es uno de los 12 presidentes de los bancos centrales regionales en los que se divide la Fed en Estados Unidos. Esos 12 presidentes se turnan para asistir a las reuniones del FOMC, junto con el presidente de la Fed y el resto de gobernadores de la Junta del organismo, que son miembros permanentes. El FOMC es el organismo encargado de decidir la política monetaria, incluyendo las compras de activos y los tipos de interés.
El presidente de la Fed de San Luis ha argumentado que la economía de Estados Unidos “ha demostrado ser especialmente resiliente” a la pandemia y que pese a los actuales riesgos geopolíticos, se prevé que la senda de crecimiento seguirá su curso en los próximos años.
“La combinación de un rendimiento económico realmente fuerte y una inflación inesperadamente alta significa que los tipos de interés están demasiado bajos como para gestionar prudentemente la situación microeconómica de Estados Unidos”, ha asegurado el banquero central.