BRUSELAS, 18 (EUROPA PRESS)
La Comisión Europea ha pedido este lunes a España su estimación del despliegue de energía renovable para los próximos diez años, en el marco de la evaluación de los planes nacionales de Energía y Clima (NECP) de los Estados miembros de la Unión Europea.
En su recomendación por países, Bruselas reclama a España que le traslade las trayectorias estimadas y un plan a largo plazo para el despliegue de tecnologías de energía renovable en los próximos diez años, con el horizonte de 2030.
El informe señala también la necesidad de aportar “información clara” sobre cómo fondos públicos, tanto de la Unión como de la Política Agraria Común (PAC), se utilizan “de forma coherente y eficaz para alcanzar el objetivo nacional de absorción neta”.
RIESGO DE CALOR O SEQUÍA PARA PRODUCCIÓN DE ENERGÍA
Igualmente, sugiere al Ejecutivo de Pedro Sánchez establecer políticas y medidas de adaptación adicionales con suficiente detalle para apoyar la consecución de los objetivos y metas de España prestando “especial atención a la gestión del agua en un clima cambiante”. Y señala los riesgos de interrupción del suministro eléctrico a medida de que las inundaciones, el calor o la sequía afectan a la producción de energía.
Al tiempo, pide más detalle al Gobierno de cómo pretende fomentar la reducción de la demanda de gas, así como desarrollar políticas y medidas detalladas para alcanzar este objetivo en torno a 2030.
Respecto a materia agrícola, demanda información sobre las políticas y medidas existentes y previstas en este sector, “que se espera contribuyan a cumplir el objetivo nacional de gases de efecto invernadero”. Estas medidas deben tener explicitado su “alcance, calendario e impacto previsto en la reducción de gases de efecto invernadero”, también teniendo en cuenta programas de la Política Agraria Común.
En materia de mitigar emisiones de CO2, Bruselas recomienda a España incluir cálculos de cuanta cantidad de emisiones podrían capturarse anualmente para 2030.
Los planes nacionales definitivos deben presentarse a la Comisión Europea antes del 30 de junio de 2024. El borrador actualizado busca el cumplimiento de los objetivos de la UE para 2030 y a la aplicación de la legislación climática recientemente acordada.