BRUSELAS, 5 (EUROPA PRESS)
La Comisión Europea ha advertido que el sistema de control pesquero que votará la próxima semana el Parlamento Europeo supondría un “retroceso” con respecto al actual porque “podría conducir a una sobrepesca excesiva” y dañaría la reputación internacional de la UE, a lo que el sector ha contestado con “indignación” que los pescadores europeos son los “campeones” de la pesca “responsable”.
El conflicto ha estallado pocos días antes de que el pleno de la Eurocámara vote la nueva normativa sobre el nuevo sistema de control pesquero de la UE, un informe del que es responsable la eurodiputada del PSOE Clara Aguilera. Aunque no será el paso definitivo, porque todavía quedarán por delante las negociaciones con los países de la UE, la votación marcará el tono de la normativa final.
El origen es una “nota aclaratoria” que el comisario de Medio Ambiente, Océanos y Pesca, Virginijus Sinkevicius, ha enviado a algunos eurodiputados, “principalmente de la comisión de Medio Ambiente” del Parlamento Europeo, según ha denunciado la patronal pesquera Europêche, que ha distribuido el documento.
En el texto, el lituano advierte de que una serie de enmiendas del informe “generan preocupaciones importantes” sobre su adecuación al Pacto Verde de la UE, la transformación digital del bloque, la justicia social y la “credibilidad internacional” del proyecto europeo en la “gobernanza oceánica” global.
A su juicio, el sistema de control pesquero que reclama la Eurocámara crearía “lagunas” legales que “beneficiarán más a las grandes embarcaciones a expensas de los pequeños barcos” y es “una oportunidad perdida para la innovación y la creación de empleo”.
Las críticas del Ejecutivo comunitario se centran, principalmente, en tres grupos de enmiendas. En primer lugar, las correspondientes al diario de a bordo y el margen de tolerancia, que “legalizan el infrasuministro de datos y conduce a un deterioro de las poblaciones”.
En segundo lugar, critica el hecho de que el informe haya relajado la propuesta inicial y defienda que la instalación de cámaras a bordo para controlar el cumplimiento de la obligación de desembarque sea voluntaria y no obligatoria como defendía Bruselas.
Por último, carga contra una serie de enmiendas que “limitarán la posibilidad de controlar la potencia del motor de los buques pesqueros”, provocando una capacidad “excesiva” de pesca y una sobreexplotación de los recursos marinos.
EL SECTOR SE SIENTE “ABANDONADO” POR BRUSELAS
Tras conocer esta carta, la patronal pesquera Europêche ha enviado una carta al comisario Sinkevicius. Firmada por su presidente, el español Javier Garat, la organización asegura que los pescadores de la UE se sienten “indignados” y “abandonados” por el Ejecutivo comunitario, a quien acusan de presentar al sector como “depredadores y estafadores ilegales”.
“Este es la sensación unánime entre nuestros miembros, que perciben esta actitud como una completa falta de conexión y empatía con los pescadores y sus realidades, que son la semilla de un antieuropeismo creciente entre los pescadores”, avisa el presidente del Europêche.
En la misiva, Garat subraya que, “al contrario de las alegaciones y la falta de confianza en la industria pesquera” que ve en el documento del comisario, los datos de la Agencia Europea de Control de la Pesca (AECP) revelan que “el número real de infracciones es extremadamente bajo”, en especial en la pesca del Atlántico.
“Las estadísticas demuestran que los pescadores de la UE son los campeones de la pesca responsable, ofreciendo a los consumidores productos del mar saludables en un escenario de fuerte competencia global, algo que habían conseguido incluso antes de la introducción de la obligación de desembarque”, enfatiza Europêche.
La patronal, además, denuncia que el comisario lituano “parece haber decidido hacer cumplir” la obligación de desembarque “con un control invasivo y herramientas de vigilancia que ignoran la protección de datos y la confidencialidad empresarial y van en contra de los derechos de los trabajadores”.