Brico Depôt, la marca con la que opera la cadena británica Kingfisher en España y Portugal, redujo un 7,3% sus ingresos entre los meses de agosto y octubre, correspondientes al tercer trimestre del ejercicio fiscal de la multinacional, hasta un total de 89 millones de libras (106 millones de euros), según informado la compañía.
En datos comparables, que eliminan la volatilidad del tipo de cambio y las variaciones en el perímetro contable de la empresa, las ventas de Brico Dépôt Iberia disminuyeron un 1,9% en comparación con el mismo periodo del ejercicio precedente.
No obstante, en cifras comparables a dos años vista, los ingresos de la cadena en España y Portugal aumentaron un 15,9%.
El consejero delegado de Brico Depôt Iberia, Mike Foulds, destacó la solidez del resultado trimestral de la cadena en unas condiciones de mercado difíciles en cuanto a cadena de suministro y materias primas, así como el crecimiento de los clientes ‘online’.
Brico Depôt Iberia cuenta actualmente con cerca de 2.200 empleados y 31 tiendas en España y Portugal. En el marco de la estrategiade expansión de Kingfisher, Brico Depôt Iberia inició su andadura en España en 2003, con la apertura de la primera tienda en Viana (Logroño), y en 2014 en Portugal con la apertura de la tienda de Loures
A nivel general, Kingfisher registró en el tercer trimestre de su año fiscal una cifra de negocio de 3.246 millones de libras (3.860 millones de euros), un 6,3% por debajo de los ingresos contabilizados en el mismo periodo de 2020.
En datos comparables, la multinacional experimentó una caída de los ingresos del 2,4%, mientras que en la comparativa a dos años el crecimiento fue del 15%.
De cara al conjunto de su ejercicio fiscal, la compañía anticipa un beneficio antes de impuestos ajustado de entre 910 y 950 millones de libras (1.082 y 1.130 millones de euros).