El presidente de Estados Unidos ha hecho lo que predijo: aumentar los aranceles a chips, grúas portuarias y productos médicos; y anteriormente ya avisó sobre minerales críticos y vehículos eléctricos chinos. Las previsiones apuntan a que serán unos 18.000 millones de dólares anuales en importaciones. Joe Biden intenta impulsar la industria nacional de energía solar, tecnología o vehículos eléctricos, entre otras; el sector de los eléctricos es el afectado, ya que su tasa arancelaria se cuadruplica. Los aranceles entrarán en vigor desde este mismo año hasta 2026.
Los minerales críticos verán aumentada su tasa al 25%, igual que las grúas portuarias, el acero, el aluminio y las baterías de iones de litio para vehículos eléctricos. Al 50% subirán los semiconductores y las células solares. Y los coches eléctricos verán incrementarse su tipo arancelario del 27,5% al 102,5%.
En un año electoral, Biden se muestra agresivo con el comercio de Pekín, un factor que podría hacerle ganar votantes entre los trabajadores estadounidenses.