MADRID, 9 (EUROPA PRESS)
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ha encargado a diversos organismos y agencias federales, incluido el Departamento del Tesoro y de Comercio, así como a la Reserva Federal de Estados Unidos, la evaluación de los riesgos y beneficios, así como de las acciones necesarias para el lanzamiento de un dólar digital.
“Mi Administración otorga la máxima urgencia a los esfuerzos de investigación y desarrollo de las posibles opciones de diseño e implementación de una CBDC (moneda digital centralizada) de los Estados Unidos”, ha indicado el inquilino de la Casa Blanca en una orden ejecutiva publicada este miércoles.
En este sentido, ha señalado que estos esfuerzos deben incluir evaluaciones de los posibles beneficios y riesgos para los consumidores, inversores y empresas; estabilidad financiera y riesgo sistémico; sistemas de pago; seguridad nacional; la capacidad de ejercer los derechos humanos; inclusión financiera y equidad; y las acciones requeridas para lanzar una CBDC de los Estados Unidos si se considera que hacerlo es de interés nacional.
Para el presidente de Estados Unidos, un dólar digital puede tener el potencial para respaldar transacciones eficientes y de bajo coste, particularmente para transferencias y pagos de fondos transfronterizos, así como para fomentar un mayor acceso al sistema financiero, con menos riesgos de los que plantean los activos digitales administrados por el sector privado.
Asimismo, Biden ha defendido que un dólar digital que sea interoperable con CBDC emitidas por otras autoridades monetarias podría facilitar pagos transfronterizos más rápidos y de menor coste y potencialmente impulsar el crecimiento económico, “respaldar la centralidad de los Estados Unidos dentro del sistema financiero internacional y ayudar a proteger el papel del dólar en las finanzas globales”.
Sin embargo, para la Casa Blanca también hay riesgos potenciales y desventajas a considerar en el proyecto, por lo que ha insistido en la necesidad de priorizar las evaluaciones oportunas de los beneficios y riesgos potenciales bajo varios diseños para garantizar que Estados Unidos siga siendo un líder en el sistema financiero internacional.
De este modo, en un plazo de 180 días, la secretaria del Tesoro, en consulta con el secretario de Estado, el Fiscal General, el secretario de Comercio, el secretario de Seguridad Nacional, el director de la Oficina de Administración y Presupuesto, el director de Inteligencia Nacional y los jefes de otras agencias relevantes presentarán al presidente un informe sobre el futuro del dinero y los sistemas de pago, incluidas las condiciones que impulsan la adopción generalizada de activos digitales.
Además, el presidente de EE.UU. ha alentado al presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, a continuar investigando e informando sobre la medida en que las CBDC podrían mejorar la eficiencia y reducir los costes de los sistemas de pagos existentes y futuros, para evaluar la forma óptima de una CBDC de los Estados Unidos, y para desarrollar un plan estratégico para la Reserva Federal y el Gobierno de los Estados Unidos.
Por otro lado, en su orden ejecutiva, el presidente de EE.UU. ha señalado el interés de su Administración en una innovación financiera responsable, que permita ampliar el acceso a servicios financieros seguros y asequibles y reducir el coste de las transferencias y pagos de fondos nacionales y transfronterizos, incluso a través de la modernización continua de los sistemas de pago públicos.
“Debemos tomar medidas enérgicas para reducir los riesgos que los activos digitales podrían representar para los consumidores, los inversores y las protecciones comerciales; estabilidad financiera e integridad del sistema financiero; combatir y prevenir el crimen y las finanzas ilícitas; seguridad nacional; la capacidad de ejercer los derechos humanos; inclusión financiera y equidad; y el cambio climático y la contaminación”, ha señalado.
En este sentido, ha advertido de que en ausencia de supervisión y estándares suficientes, las empresas que brindan servicios de activos digitales pueden proporcionar protecciones inadecuadas, mientras que ha recordado que los ataques a la seguridad cibernética y los fallos del mercado en plataformas de intercambio de activos digitales han resultado en pérdidas de miles de millones de dólares.
Estados Unidos debe garantizar que se implementen salvaguardas y promover el desarrollo responsable de activos digitales para proteger a los consumidores, inversores y empresas; mantener la privacidad; y protegerse contra la vigilancia arbitraria o ilegal, que puede contribuir a los abusos contra los derechos humanos.
De este modo, Biden ha expresado la necesidad de EE.UU. de proteger la estabilidad financiera mundial y del país, así como de mitigar el riesgo sistémico, además de mitigar los riesgos que plantean las finanzas ilícitas y para la seguridad nacional del mal uso de los activos digitales.
Asimismo, ha reclamado apoyar los avances tecnológicos que promuevan el desarrollo y uso responsable de los activos digitales, señalando que la arquitectura tecnológica de diferentes activos digitales tiene implicaciones sustanciales para la privacidad, la seguridad nacional, la seguridad operativa y la resiliencia de los sistemas financieros y el cambio climático.
“Estados Unidos tiene interés en garantizar que las tecnologías de activos digitales y el ecosistema de pagos digitales se desarrollen, diseñen e implementen de una manera responsable que incluya privacidad y seguridad en su arquitectura” ha explicado.
Asimismo, ha defendido la importancia de reforzar el liderazgo de Estados Unidos en el sistema financiero global y en la competitividad tecnológica y económica, incluso a través del desarrollo responsable de innovaciones de pago y activos digitales.
“Estados Unidos tiene interés en asegurarse permanecer a la vanguardia del desarrollo y diseño responsable de activos digitales y la tecnología que sustenta nuevas formas de pago y flujos de capital en el sistema financiero internacional”, ha indicado.
En este sentido, ha recordado que EE.UU. obtiene importantes beneficios económicos y de seguridad nacional del papel central que desempeñan el dólar estadounidense y las instituciones y mercados financieros del país en el sistema financiero mundial.
“El liderazgo continuo de los Estados Unidos en el sistema financiero mundial sustentará el poder financiero de los Estados Unidos y promoverá los intereses económicos de los Estados Unidos”, ha apostillado.