MADRID, 7 (EUROPA PRESS)
El director de BBVA Research y economista jefe de Grupo BBVA, Jorge Sicilia, y el responsable de Análisis Económico de BBVA Research, Rafael Doménech, han abogado este jueves por que las pensiones también formen parte de un hipotético pacto de rentas, pues el esfuerzo para contener la inflación debe afectar, en su opinión, “a la mayor parte de la sociedad”.
“Cuantos más colectivos incluya el pacto de rentas, mejor. Los pensionistas deberían formar parte de él”, ha defendido Doménech, que aunque considera que esto sería “aconsejable”, ve “muy difícil” que suceda teniendo en cuenta dos variables: que la ley que revaloriza las pensiones con el IPC interanual acaba de estrenarse y que suspenderla o modificarla tendría un alto “coste político”.
En todo caso, Doménech considera que si se incluyera a las pensiones en el pacto de rentas, podrían excluirse dentro de ellas a colectivos vulnerables como los pensionistas de mínimas o de viudedad.
En la misma línea, Jorge Sicilia ha advertido de que si los pensionistas se dejan fuera de este posible pacto de rentas, el coste de no incluirlos tendrán que asumirlo empresas, trabajadores y el sector público a costa de un mayor déficit y deuda.
“Hay que tener muy buenas razones para excluir a los pensionistas. Cuantos más colectivos formen parte del pacto de rentas, mejor, y cuantas menos excepciones, mejor”, ha abundado Sicilia, que considera que el pacto de rentas debe ofrecer un guía para garantizar que la elevada tasa de inflación actual se reducirá en los próximos años.
Ambos economistas se han mostrado partidarios de que la referencia para actualizar las pensiones no sea el IPC general y se acerque más a la tasa de inflación subyacente, aunque entienden que lo óptimo sería que si sindicatos y empresarios consiguen acordar una cifra concreta de subida salarial en el pacto de convenios que están negociando, sea esa cifra la que se tome de referencia para actualizar el resto de las rentas, entre ellas las pensiones o los alquileres.
“Las expectativas necesitan un número y si ese número está más próximo al IPC general y no a la inflación subyacente, la probabibilidad de que tengamos inflaciones más altas es muy superior”, ha advertido Sicilia, que ha subrayado además que un incremento salarial que no venga compensado por una mayor productividad se traducirá en pérdidas de competitividad.
Preguntados por si el pacto de rentas debería incluir una moderación de los beneficios empresariales, Doménech ha afirmado que lo primero que se ajusta en una crisis son los márgenes empresariales por la incapacidad de las empresas de trasladar el aumento de los costes a los precios de sus productos.
Por eso, ha señalado que poco se puede hacer en ese ámbito más allá de incluir una “recomendación genérica” para que las empresas ajusten sus márgenes en la medida de lo posible.
En todo caso, Doménech ha querido dejar claro que el pacto de rentas no implicaría necesariamente que los salarios tengan que crecer por debajo de la inflación subyacente o de la referencia que se adopte, pues si la mejora de la productividad lo permite, podrían subir por encima e ir recuperando poder adquisitivo dentro de un horizonte temporal determinado. En su opinión, los dos factores más importantes serían el mantenimiento del empleo y el crecimiento de la productividad.