La economía española ha vuelto a registrar tasas negativas en el primer trimestre del año, al bajar un 0,5% y modera su caída interanual al 4,3%, pero pese a este descenso, Rafael Doménech, Responsable de Análisis Económico de BBVA considera que “aunque resulta paradójico, la valoración no es del todo mala, porque la contracción ha sido menor de lo que esperaba BBVA Research”.
En una entrevista concedida a Negocios TV, Doménech ha recordado cómo en los tres primeros meses de 2021 “se conjugaron todos los factores que hacían prever una contracción económica en España y conjunto de la eurozona, no solo por la tercera ola -confinamientos, cierre de actividad-, pero también la tormenta de Filomena, Brexit y precios de petróleo, por lo que se esperaba una contracción del 1%”.
Más allá del dato, el Observatorio del Ciclo Económico en España, iniciativa conjunta de BBVA Research, Fedea y Fundación Rafael del Pino, ha puesto sobre la mesa cómo el PIB se ha reducido un 8,4% en el primer trimestre respecto al último trimestre de 2019: “Todavía, a pesar de que la recuperación está en marcha, queda mucho trabajo por hacer para recuperar los niveles de actividad y empleo anteriores a la pandemia. Esto es algo que no esperamos que suceda este año, tras la fuerte caída experimentada en 2020. (…) Habrá que esperar al 2022 para recuperar unos niveles de PIB previos a la crisis del COVID”.
El estudio pone de relieve que el PIB por población en edad de trabajar se contrajo un 10,9% respecto al fin de 2019 y un 5,1% debajo del primer trimestre de 2020. “El observatorio relaciona el indicador bajo esta fórmula en lugar de anclarla a la tasa de crecimiento para comparar la economía en distintos momentos del tiempo y con otros países y ofrece resultados interesantes para entender qué factores están detrás.
El Observatorio pone de manifiesto que aproximadamente la mitad de la caída de la economía del año pasado, en el momento más álgido del coronavirus, se explica por factores de oferta, la otra parte, el 40% por factores de demanda; pero en estos momentos de arranque de año 2021 son los factores de oferta, ligados a restricciones de actividad, son los que priman. Constata además que “hay una demanda embalsada de ahorro bastante importante y una parte de ella, está lista para ser gastada en los próximos trimestres y podría ser un factor adicional de crecimiento económico”.
Más allá del estudio y preguntado sobre el impacto que puedan tener los fondos europeos en la evolución económica, Doménech, ha advertido que hay que ser cauto en cuanto a la absorción y efectividad que puedan tener los Next Generation EU, sobre economía española en 2021 porque todo apunta que sus efectos se notarán en segundo semestre. Pese a ese llamamiento a la prudencia, deja espacio para añadir que “esta sorpresa relativamente positiva del primer trimestre, que apunta que los datos de marzo, -como el gasto en tarjetas que monitorizan todos los días en BBVA-, fueron intensos, y en abril también lo están siendo”. En este marco puntualizaba que pese a su previsión inicial de crecimiento del 5,5% de PIB de este año, “los datos del segundo trimestre y los del primero, le dan un sesgo al alza a nuestras previsiones”.