MADRID, 15 (EUROPA PRESS)
BBVA ya ha asumido la propiedad de las 659 sucursales compradas recientemente a la socimi Merlin Properties por un importe cercano a los 2.000 millones de euros, oficinas que hasta ahora ocupaba en régimen de alquiler.
Según ha notificado Merlin a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), tras el visto bueno a la operación otorgado por parte de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), el contrato de compraventa ya se ha elevado a público.
Los activos incluidos en esta cartera se encuentran integrados en la sociedad Tree Inversiones, que se compone de 659 sucursales y 3 edificios alquilados a BBVA con contrato a largo plazo, 30 años para las sucursales (2039) y 20 para los edificios (2029), con un área total de aproximadamente 298.000 metros cuadrados repartidos por todo el territorio nacional, con presencia en 268 municipios y 49 provincias.
Esta operación otorgará a BBVA una mayor flexibilidad en la gestión de su red de oficinas y le generará ahorros económicos importantes en un contexto de creciente inflación, puesto que le tenía que pagar a la socimi el alquiler con una cláusula que obligaba a ajustar la renta anualmente a 1,5 veces la inflación hasta 2039, cuando terminaba el contrato.
La entidad estima que estas ventajas compensarán el efecto negativo que tendrá en sus cuentas la operación, que se traducirá, en concreto, en un consumo inicial de 7 puntos básicos de capital y en un impacto neto inicial de 200 millones de euros.
En 2014, Merlin compró a Deutsche Bank, Banca March, Ares Management y Europa Capital la sociedad Tree Inversiones por 739,48 millones de euros. Previamente, esta empresa era de BBVA, pero la vendió en 2009 por 1.154 millones de euros y con una plusvalía bruta de 830 millones de euros.
Gracias a esta operación, Merlin Properties repartirá un dividendo extraordinario de 315 millones de euros a sus accionistas, unos 65 millones de euros más del importe inicialmente calculado, cifra que responde a los requisitos que marca la ley española en estos casos, en concreto el 50% del incremento del valor obtenido, un pago que tendrá que realizarse antes de junio de 2023.
Además del pago del dividendo extraordinario, la compañía dedicará 700 millones de euros del importe cobrado a la cancelación de un préstamo derivado de esta cartera, por lo que tendrá otros 970 millones de generación de caja para reducir la deuda.