MADRID, 2 (EUROPA PRESS)
Avangrid, la filial estadounidense de Iberdrola, no deberá hacer frente a ningún tipo de sanción contractual tras decidir resolver el acuerdo y plan de fusión con PNM Resources, al no haberse cumplido en el plazo contemplado al efecto las condiciones previstas en el mismo para el cierre de la operación.
El acuerdo de fusión entre ambas compañías estaba condicionada, entre otras cosas, a la recepción de todas las aprobaciones regulatorias requeridas, pudiendo, de no ser así, cualquiera de las partes desistir del acuerdo antes del plazo de la finalización tras la última prórroga, que estaba previsto para este pasado 31 de diciembre.
Así, debido a que la aprobación requerida de la Comisión de Regulación Pública de Nuevo México no se recibió en la fecha de finalización y, por lo tanto, las condiciones para el cierre de la fusión no se cumplieron, Avangrid ejerció su derecho a rescindir el acuerdo de fusión, informó la energética controlada por Iberdrola al supervisor bursátil estadounidense (SEC, por sus siglas en inglés), precisando que “ninguna de las partes incurrió en sanciones” por terminación en relación con la finalización del acuerdo de fusión.
El acuerdo suscrito en octubre de 2020 entre Avangrid y PNM establecía ciertos derechos de terminación del mismo habituales, como una compensación económica de 184 millones de dólares (unos 168 millones de euros) a pagar por la filial de Iberdrola si no cumplía con efectuar el cierre cuando se hubieran satisfecho todas las condiciones.
En el caso de que PNM fuera quien hubiera optado por la ruptura del acuerdo debería haber abonado 130 millones de dólares (unos 119 millones de euros) a Avangrid.
Este martes, Avangrid comunicó que había acordado rescindir el acuerdo de fusión con PNM Resources ya que no se recibieron todas las aprobaciones regulatorias finales antes del 31 de diciembre de 2023.
De esta manera, el grupo presidido por Ignacio Sánchez Galán renuncia a la que era su gran movimiento para crear un ‘gigante’ energético en Estados Unidos con un valor de mercado tras la fusión superior a los 20.000 millones de dólares (unos 18.140 millones de euros).
La adquisición iba a suponer la creación de una de las mayores compañías del sector norteamericano, con diez eléctricas reguladas en seis Estados (Nueva York, Connecticut, Maine, Massachusetts, Nuevo México y Texas) y el tercer operador de renovables del país, con una presencia total en 24 estados.
La filial estadounidense de Iberdrola, que reafirmó los objetivos que había anunciado al mercado para 2023, subrayó que “tiene la intención de seguir centrándose en sus sólidas oportunidades de crecimiento, con más de 9.000 millones de dólares (unos 8.170 millones de euros) en proyectos de capital incremental garantizados orgánicamente durante el período de tramitación de la fusión”.
Iberdrola celebrará su Capital Markets Day el próximo 21 de marzo, en el que avanzará la actualización de su plan estratégico y previsiones para los próximos años y, también, la que será su ‘hoja de ruta’ en Estados Unidos, un país clave para el grupo y que se erige en su principal destino inversor para los años 2023-2025, con el 47% de la cifra total de 47.000 millones de inversión récord.