VALÈNCIA, 1 (EUROPA PRESS)
La Asociación Valenciana de Agricultores (AVA-Asaja) considera insuficiente la decisión de la Unión Europea de aplicar el tratamiento en frío solo a las naranjas de África continental, Madagascar, Mauritania, Cabo Verde, Santa Elena y Reunión, además de advertir que se trata de “un insulto a España” al no incluir a mandarinas, pomelos y limones.
En concreto, la mayoría cualificada del Comité Permanente de Plantas, Animales, Alimentos y Piensos ha acordado modificar los requisitos comunitarios de importación vegetal para blindar a los estados miembros frente a la entrada en territorio europeo de la polilla Thaumatotibia leucotreta (palomilla de la naranja).
AVA, en un comunicado, reconoce que es un paso adelante logrado por el trabajo del sector citrícola valenciano, con el apoyo del Gobierno y la Generalitat, pero remarca que es “totalmente insuficiente para garantizar la seguridad sanitaria de los cítricos de la Unión Europea”.
A su juicio, esta “medida a medias” es impropia de un conjunto de “países serios”. “Desde luego, es un insulto a España, que ha ido a una voz y cargada con las razones de base científica de la propia Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria, que defiende de manera muy clara una posición: la plaga de la falsa polilla (Thaumatotibia leucotreta) puede afectar a otros cítricos, aparte de la naranja, así como a otros cultivos como las frutas de hueso, el aguacate, la viña, el olivo, el caqui, el granado, el pimiento, el tomate y la berenjena”.
“Seguiremos jugando con fuego”, alerta el presidente de la entidad agraria, Cristóbal Aguado, recordando de las 18 interceptaciones de falsa polilla que los cargamentos citrícolas procedentes de Sudáfrica acumularon en 2021 a través de los puntos de entrada de la UE, diez se detectaron en naranjas, cuatro en pomelos, tres en mandarinas y uno en kumquat.
Por tanto, AVA quiere que se haga pública el acta de este martes del comité europeo para “conocer quién se ha opuesto a aprobar el tratamiento en frío a todos los cítricos”. “Si ocurriera un error en los controles fitosanitarios y la plaga acabara introduciéndose en la agricultura europea, las consecuencias económicas las deberían pagar esos que han tomado esta decisión”, avisa.
Una decisión que, en su opinión, abusa de las obligaciones de la propia normativa comunitaria que “está hecha de buena fe pero que puede ser burlada, como se ha vuelto a demostrar hoy”.
Paralelamente, la organización agraria solicita al Gobierno y a la Generalitat que exijan la copia del acta y “reaccionen de forma contundente: No se puede entender esta medida sino como una agresión a la inteligencia y a la razón, que viola una realidad científica que es clara y objetiva. Así no se construye una Unión Europea”.