MADRID, 14 (EUROPA PRESS)
Aumentar la formación y sensibilización y aproximar soluciones tecnológicas a los usuarios son algunos de los retos para la gestión y la implementación de la accesibilidad en turismo, según la Guía de Buenas Prácticas en Accesibilidad para Destinos Turísticos Inteligentes, elaborada por Segittur en colaboración la Red DTI.
En concreto, son ocho los retos que identifica la guía, junto a los mencionados: mejorar la colaboración público-privada, incorporar la accesibilidad más allá del ámbito arquitectónico, mejorar la continuidad en los eslabones de la cadena, reforzar los recursos de accesibilidad aplicados a nivel de gestión, contar con información veraz, actualizada y fiable y mejorar la atención personalizada.
El modelo de destinos turísticos inteligentes contempla la accesibilidad como uno de los cinco ejes, compuesto por 17 requisitos y 43 indicadores a través de los que se evalúa tanto la gestión de la accesibilidad en el destino como su implantación.
La guía recoge las buenas prácticas de destinos nacionales como Arona, Costa del Sol, Extremadura, Madrid, Málaga, Palma, provincia de Barcelona, Salamanca, Santa Cruz de Tenerife, Valencia, Villajoyosa, Vitoria-Gasteiz y Zaragoza; destinos internacionales como Cataratas de Iguazú, Valonia, Flandes o Lyon; e iniciativas globales de países como Francia, Inglaterra, El Salvador o Portugal.
Entre las buenas prácticas, se incluyen las playas inclusivas con atención personalizada de Arona, el protocolo de atención a personas con discapacidad en situación de emergencia y desastres de El Salvador, las oficinas de asesoramiento en accesibilidad en Extremadura, la marca Tourisme & Handicap para los recursos turísticos en Francia, el reconocimiento a la accesibilidad en los premios de excelencia turística en Inglaterra y la oficina de turismo inclusivo de Madrid.
También cabe destacar la incorporación de la accesibilidad en la red de transportes de Málaga, la formación municipal en accesibilidad en Palma, el programa de sensibilización y fomento de la inclusión de Portugal, los itinerarios accesibles naturales en la provincia de Barcelona, la aplicación turística con personalización inclusiva de Salamanca o la mesa de la accesibilidad en Santa Cruz de Tenerife.
A ellas se suman la apuesta por la accesibilidad en espacios museísticos en Villajoyosa, el buzón de ciudadanía de incidencias de accesibilidad en Vitoria-Gasteiz, la guía de recursos accesibles en Valencia, la guía de acogida de personas con discapacidad en Valonia (Bélgica) o las visitas turísticas guiadas adaptadas que se llevan a cabo en Zaragoza.