Continúa percibiendo el 100% de las rentas
MADRID, 28 (EUROPA PRESS)
Árima Real Estate obtuvo un beneficio de 7,1 millones de euros en los primeros seis meses del año, lo que representa un alza del 180% respecto al mismo periodo del año pasado, debido al incremento del valor de sus activos tras el paso de la pandemia de coronavirus.
En concreto, la última valoración fue de 293 millones de euros, un 6,1% superior a la realizada al cierre de 2020 y hasta un 15,5% respecto a la de junio del año pasado, cuando todas las compañías inmobiliarias se vieron fuertemente afectadas por la pérdida de valor de sus activos.
Esta cifra también supone un 23% más que la inversión total realizada, así como un valor neto de patrimonio por acción de 11,15 euros, un 16% más que el que tenía cuando salió a Bolsa, según informa la socimi a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).
Al no tener exposición al sector retail ni hotelero, los dos sectores más afectados por la crisis sanitaria, Árima continúa percibiendo el 100% de las rentas, que ascendieron en este periodo a 2,5 millones de euros, solo un 0,82% inferiores a los del año pasado.
La cartera de la compañía suma actualmente 94.124 metros cuadrados de superficie bruta alquilable y 1.043 plazas de aparcamiento. Sus obras, que suponen el 50% de su cartera, siguen adelante según lo previsto, a pesar del alza del precio de las materias primas, con la previsión de sumar otros 40.000 metros antes de 2023.
En la primera mitad del año, la socimi consiguió también reducir los ‘números rojos’ de su resultado bruto de explotación (Ebitda) en un 45,7%, hasta situarse ahora en 689.000 euros negativos, mientras que su deuda neta cayó hasta los 13,5 millones.
Respecto a este último punto, Árima financia toda su cartera con préstamos verdes a un coste medio del 1,7% y vencimiento de 7 años. Su posición de liquidez actual en efectivo es de 118 millones de euros, junto con otros activos líquidos equivalente.
La compañía se ha marcado como objetivo que el 100% de sus edificios reformados dispongan de la calificación energética A; el 100% de las zonas comunes de sus inmuebles se alimenten de energía renovable, y el 75% de su cartera disponga de estaciones de recarga para vehículos eléctricos.