BARCELONA, 6 (EUROPA PRESS)
Las cuentas que se encontrará el nuevo presidente del FC Barcelona, cuyo nombre se conocerá este domingo y saldrá de entre los candidatos Víctor Font, Toni Freixa y Joan Laporta, no será para nada amigables ni confortantes, y es que el club está en urgencias en la parcela económica, con una gran deuda y mucha masa salarial y gastos a recortar, y la necesidad de encontrar, en tiempos de pandemia, nuevos ingresos para evitar males mayores.
La deuda es grande; según la memoria económica del club, la deuda total asciende a 1.173 millones de euros, de los cuales 730 son a corto plazo y 266 millones se deben pagar antes del 30 de junio, incluidos los 90 que avanzó el fondo Goldman Sachs por el ‘Espai Barça’.
Un panorama que, en pandemia, se agrava por la bajada considerable de los ingresos, pues los presupuestados 828 millones de euros no serán tal, dado que no ha entrado todavía público al Camp Nou y no se espera que pueda hacerlo en breve. Habrá que auditar, adecuar presupuestos y trabajar con lo puesto. Y, sobre todo, hacer frente a la deuda inmediata.
En materia económica sí hay grandes diferencias en los programas de ‘Sí al Futur’, ‘Fidels al Barça’ y ‘Estimem el Barça’. Font, Freixa y Laporta, a diferencia del área deportiva, tienen serias discrepancias y distintos modelos en cuanto a reflotar al club económicamente.
Por un lado, Víctor Font tiene, dentro de su proyecto labrado en años, un plan de choque para los primeros 100 días para equilibrar cuentas, y otro plan a largo plazo con el que augura que, en 2026, el club podría ingresar cerca de 1.500 millones de euros.
En su plan de choque inicial, durante los primeros 100 días, refinanciará la deuda que vence este verano. Hará una ‘Due Diligence’ completa que incluye auditar el ‘Espai Barça’, y un plan de negocio 2021-26 que debe ser impulsado desde el primer día.
Para ello, contará con Luis de Val (fundador y CEO de You Planet), José Manuel Villanueva (cofundador de Privalia), Iñaki Ecenarro (emprendedor, fundador de Trovit), Oscar Pierre (ingeniero aeroespacial y fundador de Glovo), Manel Sarasa, Joaquim Uriach y Xavi Carbonell como nuevos directivos, con el asesoramiento externo de Carlota Pi.
Toni Freixa, líder de ‘Fidels al Barça’, asegura “aportar soluciones”. Por un lado, su candidatura tiene una oferta de un grupo de inversión para aportar 250 millones de euros de ingresos por el conocido como ‘Barça Corporate’, que incluye las Barça Academy, el Barça Innovation Hub, Barça Licensing and Merchandising (BLM) y Barça Studios. Cuatro frente abiertos de nuevos ingresos a explotar.
Por otro lado, anunció en los últimos días de campaña una avanzada negociación con una plataforma de intercambio de activos digitales de Hong Kong para ser, a partir de la temporada 2022/23, el nuevo patrocinador de la camiseta blaugrana. Un acuerdo de 60 millones de euros anuales y que dejaría limpia de publicidad la camiseta en los partidos en el Camp Nou.
El proyecto de ‘Fidels al Barça’ se centra en tres apartados, que son reducir la masa salarial de la entidad, sobre todo la deportiva, así como apostar por la cantera y descartar “fichajes desorbitados” y, por último, generar más ingresos. “Tenemos una máxima que es adaptar los gastos a lo que generamos”, señaló Freixa durante la campaña.
En cuanto a Joan Laporta y ‘Estimem el Barça’, el gran plan son los conocidos como ‘bonos Laporta’. Una nueva fuente de ingresos que vendrían de la emisión de bonos a seguidores y a inversores, a meterse de lleno en el mundo de los eSports y eGames, a dar más poder y mejor cuidados a los patrocinadores (confía en aumentar en 250 millones de euros esta partido de aquí a tres años) o a crear los ‘Barça Experience Centre’, centros de ocio repartidos por el mundo en sitios clave.
Para Laporta, es “urgente” la implementación de medidas para reducir la deuda, el control de gastos y el incremento de ingresos. “Tenemos un plan de acción detallado, enfocado a reducir la deuda y aprovechar las oportunidades de mercado, controlar gastos, y lo haremos con un liderazgo fuerte y potente.
Sin “obsesionarse” por los ingresos, prevé finalizar el mandato con 1.400 millones en caja. Un proyecto económico liderado por Jaume Giró, exdirector general adjunto de Caixabank y que sería su vicepresidente económico, y basado en las ‘5 R’: refinanciar la deuda, reducir los gastos, recuperar ingresos, restablecer la tesorería y revisar el presupuesto.
En resumen, tres vías distintas para llegar a un objetivo en común para los tres candidatos; evitar la bancarrota del club y evitar que pase a ser una SAD y deje de ser propiedad de sus socios y socias. Ahora, durante el camino, las propuestas son divergentes y muy diferentes. Desde apuestas por el futuro y vías alternativas de ingresos, los bonos o volver a sanear la economía a la antigua.