Se obligará a apagar luces y escaparates en edificios públicos y comercios que no estén en uso a partir de las 22.00 horas
MADRID, 1 (EUROPA PRESS)
El Gobierno ha aprobado un primer paquete de medidas de ahorro y eficiencia energética que recoge la obligatoriedad en edificios públicos, espacios comerciales y grandes almacenes, infraestructuras de transporte (aeropuertos y estaciones de tren y autobús), espacios culturales y hoteles de limitar a 27 grados el uso del aire acondicionado en verano y a 19 grados la calefacción en invierno, según anunció la vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Teresa Ribera.
En rueda de prensa tras el Consejo de Ministros, Ribera indicó que este paquete de medidas, que complementa el Reglamento de Instalaciones Térmicas en los Edificios (RITE), también obligará a apagar las luces de escaparates y edificios públicos que estén desocupados a partir de las 22.00 horas, una medida para la que tendrán siete días para su cumplimiento. En el caso de todas estas iniciativas, el periodo para su aplicación será de una semana desde su publicación en el Boletín Oficial del Estado (BOE) y tendrán una vigencia hasta el 1 de noviembre de 2023.
La titular del ramo precisó también que se apagará la iluminación decorativa de fachadas a partir de las 22.00 horas, mientras que la regulación de la iluminación exterior solo afectará a los edificios de uso público, no a las “ornamentales”, por ejemplo, las luces navideñas. “No hay previsión para las luces ornamentales, hoy hablamos solo de edificios”, reiteró.
Respecto a las sanciones que podrían darse en el caso de no cumplirse esta normativa, Ribera indicó que “existe un régimen sancionador que se aplicaría”, pero que la vigilancia corresponde a las comunidades autónomas.
Asimismo, se obligará a que antes del 30 de septiembre tanto edificios como locales dispongan de cierres automáticos en las puertas de acceso para impedir que se queden abiertas permanentemente, con el consiguiente despilfarro por pérdidas de energía al exterior.
Igualmente, deberán incorporarse carteles para explicar estas medidas de ahorro en los establecimientos, así como para informar sobre las temperaturas y niveles de humedad. “Queremos invitar a señalar con carteles, paneles informativos y termómetros que muestren la temperatura para comprobar que se cumplan estas disposiciones”, señaló.
ANIMA A INCORPORAR EL TELETRABAJO
Ribera también animó a otras administraciones públicas e incluso a empresas a incorporar “más medidas” como el impulso al teletrabajo, que permitiría “concentrar los horarios, ahorrar en desplazamientos y en el consumo térmico de los edificios”. “Fuimos capaces de hacerlo durante la pandemia y hemos aprendido mucho”, recordó.
Las medidas también incluyen la exigencia de someterse a una revisión extraordinaria antes del 31 de diciembre de 2022 a aquellos edificios obligados que hayan realizado el anterior trámite antes del 1 de enero de 2021, de modo que todos los edificios con un consumo de climatización relevante hayan superado una inspección en los últimos dos años.
De esta forma, para ejecutar rápidamente las obras de mejora energética en los edificios de las administraciones públicas, estas podrán aplicar procedimientos de contratación de urgencia. Además, estos contratos se ejecutarán en un plazo inferior a un mes desde su formalización, según precisó la titular del ramo.
Ribera subrayó que esta primera batería de medidas se trata de un primer paquete “importante y potente” que será completado con el plan de contingencia que se presentará en septiembre y que permitirá “cumplir al 100% para poder garantizar la solidaridad con Europa”. “Todos entendemos que es una situación extraordinaria y es un acuerdo razonable que debemos cumplir por solidaridad con el resto de los europeos”, reiteró.
“Quiero agradecer a asociaciones empresariales, empresas y actores públicos que han expresado ya su respaldo a este esfuerzo común. Europa se juega mucho más que la energía y con esto también ahorramos en la factura y consumo”, subrayó.
Ribera estimó que un grado menos permite ahorrar un 7% del consumo energético, por lo que a las empresas les permitiría ahorrar más de un millón de euros en un año.