VALLADOLID, 14 (EUROPA PRESS)
El secretario general de UGT, Pepe Álvarez, ha pedido a la patronal que no muestre la misma “intransigencia” para acordar la reducción de la jornada laboral a 37 horas y media que la que ha tenido durante la última negociación para la subida del Salario Mínimo Interprofesional (SMI).
“Quiero hacer un llamamiento para que podamos cerrar un acuerdo y que el tema de la reducción del tiempo de trabajo no sea un lastre para las empresas”, ha explicado, en declaraciones recogidas momentos antes de participar en Valladolid en una asamblea para hablar de los objetivos del sindicato este año.
El líder de la Unión General de Trabajadores ha pedido al Gobierno “poner en marcha los plazos marcados” en su programa de investidura. En este sentido, ha explicado que se ha abierto una mesa con la CEOE, momento que ha aprovechado para mostrar su deseo de “acordar su aplicación” con las empresas.
“El fondo ya lo hemos acordado los ciudadanos y las ciudadanas cuando hemos votado, que mayoritariamente hemos votado fuerzas políticas que en un programa de Gobierno pues sitúan ese tema. A mí me ha quedado muy mal sabor de boca que la subida del SMI, la podríamos haber hecho con acuerdo con la patronal. Creo que su intransigencia nos ha llevado a que no haya habido acuerdo y ahora quiero hacer un llamamiento para que no se produzca esa situación de intransigencia, para que podamos cerrar un acuerdo, para que realmente el tema de la reducción del tiempo de trabajo no sea un lastre para las empresas”, ha ahondado.
Álvarez ha afeado que en España haya “muchas horas presenciales”. “Somos uno de los países de la Unión Europea que más horas presenciales tienen, sin embargo, no somos de los más productivos. Por lo tanto, se trata de que seamos capaces de que en este proceso ganemos en productividad y acabemos con este presencialismo que lastra a que haya una parte del tiempo que no se puede dedicar a las familias o que no puede dedicar cada uno a lo que quiera”, ha reivindicado.
Además, el líder sindical ha reprochado al Gobierno su “injerencia” en la pretensión de la organización de reformar la indemnización por despido. Así, le ha invitado a “sacar sus manos” del Comité de Derechos Sociales de la Unión Europea, ya que, a su juicio, de ser así, ya habría una resolución como la ha habido en países como Italia y Francia y que, ha asegurado, también va a pasar en España.
Por otra parte, ha recordado que sigue pendiente “resolver” el decreto de protección social, para mostrar su deseo de que se reactive “de manera inmediata” e incorporar a la “mayoría parlamentaria” para su aprobación en el Congreso, si bien reconoce que es difícil porque los grupos político “votan más en función de quién presenta la propuesta que de lo que dice”.
“Hay una mayoría amplia que le debería de dar soporte. Vamos a ver qué encaje encontramos, y sobre todo yo también creo que el Gobierno tiene que ser consciente que la vida política en España requiere incluso más diálogo, más entendimiento del que ha habido hasta ahora, porque los ciudadanos hemos decidido que tenemos un parlamento fragmentado, plural, y con eso tenemos que construir las alternativas para los ciudadanos y las ciudadanas de nuestro país”, ha añadido.
Al hilo de estas palabras, Álvarez ha abogado por una nueva ley de Salud y Seguridad en el Trabajo, que debe ser “otro de los ejes fundamentales desde el punto de vista de las demandas sindicales”.
Álvarez ha celebrado que el sindicato haya crecido de una manera “muy importante” en 2023 al pasar de los 92.000 a los 97.000 representantes sindicales, lo que demuestra “su fortaleza” y la “capacidad” que tiene para llegar a los centros de trabajo. Así, ha abogado por “fortalecer” las estructuras de la organización. “Si hay sindicatos, hay derechos”, ha concluido.