En un acontecimiento histórico para el conflicto en Gaza, Israel y el grupo militante Hamás alcanzaron un acuerdo de alto el fuego tras 15 meses de intensos combates que dejaron un saldo devastador de más de 46.000 muertos y una región en crisis humanitaria. Mediado por Qatar, Egipto y Estados Unidos, el pacto representa un complejo esfuerzo diplomático para detener las hostilidades, liberar a decenas de rehenes israelíes y permitir la salida de prisioneros palestinos.
El alto el fuego, que comenzará el domingo, marca un hito diplomático a solo un día de la toma de posesión de Donald Trump como presidente de Estados Unidos. Aunque tanto Trump como el presidente saliente, Joe Biden, se atribuyen el mérito del acuerdo, su éxito a largo plazo está lejos de estar garantizado. La implementación efectiva requerirá superar desafíos políticos internos en Israel y las resistencias de línea dura dentro del gobierno de Benjamin Netanyahu.
Los términos del acuerdo
El pacto estipula una tregua inicial de seis semanas y la retirada gradual de las fuerzas israelíes de Gaza. La primera fase incluye la liberación de 33 rehenes, entre ellos mujeres, niños y hombres mayores de 50 años. A cambio, Israel liberará a cientos de prisioneros palestinos. Las siguientes etapas implican un cese al fuego permanente, la liberación de todos los rehenes restantes y la reconstrucción de Gaza bajo supervisión internacional.
Según fuentes estadounidenses, dos rehenes estadounidenses, Keith Siegel y Sagui Dekel-Chen, están entre los primeros en ser liberados. La ONU y el Comité Internacional de la Cruz Roja han comenzado a preparar un aumento de la ayuda humanitaria para asistir a la población de Gaza, donde la devastación ha provocado una escasez crítica de alimentos, agua y combustible.
Celebraciones y escepticismo
La noticia del acuerdo ha desatado celebraciones en ambas partes. En Gaza, las calles se llenaron de gente ondeando banderas palestinas y vitoreando entre lágrimas de esperanza. En Israel, las familias de los rehenes recibieron la noticia con alivio, aunque temen que algunos puedan quedar atrás.
Sin embargo, no todos son optimistas. En las redes sociales, residentes de Gaza han expresado preocupación por una posible intensificación de los ataques israelíes antes de la entrada en vigor de la tregua. Los analistas también señalan que las divisiones políticas dentro de Israel podrían obstaculizar el cumplimiento de los términos del acuerdo.
Contexto del conflicto
La guerra estalló tras un ataque masivo de Hamás el 7 de octubre de 2023, que dejó más de 1200 israelíes muertos y más de 250 secuestrados. Israel respondió con una campaña militar que ha devastado Gaza. El secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, destacó recientemente el continuo reclutamiento de combatientes por parte de Hamás, lo que subraya el desafío de desmantelar su control militar.
Además de los enfrentamientos en Gaza, la guerra ha intensificado las tensiones en toda la región. Grupos respaldados por Irán, como Hezbolá en Líbano y los hutíes en Yemen, han llevado a cabo ataques solidarios contra Israel. Aunque las operaciones militares israelíes lograron degradar a Hezbolá, la perspectiva de una escalada regional sigue siendo una amenaza.
Perspectivas y obstáculos
El éxito de la tregua podría ofrecer una oportunidad para redirigir la atención hacia una solución política sostenible. Sin embargo, Israel ha dejado claro que no desea que Hamás siga gobernando Gaza. Queda por ver si otras entidades podrán asumir el poder y estabilizar la región.
Las próximas semanas serán decisivas. Las negociaciones para liberar a los rehenes restantes y definir el futuro de Gaza serán fundamentales para determinar si esta tregua representa un camino hacia la paz o una mera pausa en el ciclo de violencia.