Doce personas han muerto y al menos 3000 resultaron heridas, entre ellas varios miembros del grupo chií libanés Hizbulá, al explotar de forma simultánea este martes los buscas que usaban para comunicarse. La milicia anunció que abrirá una investigación para determinar las causas y la autoría del ataque. El ministro de Salud, Firas Abiad, dice que los hospitales han mostrado un alto nivel de profesionalidad ante la gran cantidad de heridos que se recibieron, y agradeció a la población la donación de sangre. El ministro confirmó que la mayoría de las lesiones se produjeron en las manos y la cara y extendió su agradecimiento al sector de la salud libanés, “que ha realizado un trabajo tremendo”
Hizbulá ha acusado directamente a Israel y ha prometido un castigo. Algunos miembros del grupo chií notaron que sus buscapersonas se calentaban y los desecharon antes del comienzo de las explosiones. Entre los heridos se encuentra el embajador de Irán en Líbano, quien se encuentra en “buen estado general” y sus heridas son solo superficiales”. El jefe de Hizbulá, Hasan Nasrallah, no ha resultado herido, según una fuente de alto rango de la milicia chií; para confirmarlo y tranquilizar a sus seguidores, Nasrallah ha convocado una rueda de prensa el jueves. El ministro de Información del Líbano, Ziad Makary, ha condenado la “agresión israelí” y ha avanzado que el Ministerio de Asuntos Exteriores “está preparando una queja para presentarla al Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas”.
En paralelo a estos acontecimiento, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, se reunía con los más altos cargos del Ministerio de Defensa para discutir cómo lidiar con una posible escalada con Hizbulá tras el ataque que detonó los aparatos inalámbricos.
Rusia ha calificado el ataque a las comunicaciones de Hezbolá como “un acto de guerra híbrida” contra el Líbano y asegura que investigará los hechos en previsión de un ataque similar. Irán lo ha calificado de “asesinato en masa”. El responsable de política exterior de la Unión Europea también ha condenado el ataque; Borrell ha declarado que los hechos provocaron graves daños colaterales y elevan la tensión en la zona.